viernes, 1 de octubre de 2010

Un acercamiento a la fauna parasitaria

Crónicas perdidas de los tiempos de la Fiebre del Oro, relatan un suceso particular, que de llegar a oídos antropológicos, aportaría nuevas razones a la distribución étnica de ciertas partes del mundo. Se trata de la persecución y caza de un parásito que sólo habita en las cabelleras humanas: el Rizos de Oro.

Todos hemos visto alguna cabeza blondamente rizada en el transcurrir de nuestras vidas, pero lo que no sospechamos es que esos rizos no están hechos del común material que también puebla nuestras cabezas. No, los llamados Rizos de Oro, presentan material aurífero en vez de la quitina que se encuentra regularmente en las cabelleras humanas. Es importante, sin embargo, recalcar que sólo aquellas cabelleras que presentan ondulaciones contienen el preciado material, aumentando su pureza y calidad con la ondulación del cabello, siendo los bucles lo más preciados de todos. No hay que dejarse engañar por gente astuta, que haciendo gala de su rubiosidad vende su lacio cabello a precio de oro.

Este curioso parásito es originario de los países nórdicos y de algunas regiones de las Islas Británicas, encontrando comunidades de número considerable en partes de Rusia y Europa del Este, dispersándose hacia el resto de Europa y algunas partes de America con las sucesivas migraciones.

Los Rizos de Oro, sin embargo, se encuentran en un severo riesgo de extinción en la actualidad. Esto se debe a un curioso defecto en su genética, por el cual al ser completamente removidos o rapados de la cabeza humana en donde se alojaban, no vuelven a desarrollar afinidad con su huésped y mueren, dejando paso al desarrollo de una cabellera humana regular. El rapado indiscriminado de los Rizos de Oro a partir del siglo XVII y pasando por diferentes etapas de intensidad, tuvo su punto cúspide durante la Fiebre del Oro americana, en donde la población de Rizos de Oro de ese país quedó prácticamente reducida a un mito. Algunas naciones, como Gran Bretaña o Alemania han legislado en contra del rapado indiscriminado de los Rizos de Oro, contribuyendo a la labor con un efectivo programa de desinformación acerca de su existencia. Este proceder ha arrojado resultados satisfactorios, al contrario de países como España o Italia, en donde campañas secretas destinadas a la captura de Rizos de Oro fueron llevadas a cabo por la Corona Española y el Vaticano durante décadas, diezmando a la población.

Estos datos resultan de vital importancia para la biología y la antropología, a partir de los cuales futuros estudios acerca de la simbiosis entre los seres humanos y ciertos parásitos podrían arrojar resultados revolucionarios.



Camila Verdugo

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