sábado, 25 de septiembre de 2010

De estreno

De fondo una palmera que luego llegaría a ser más alta que la casa, pero que en ese momento no medía más que la protagonista de la foto. El césped recién plantado, al igual que las flores, y la pared del fondo todavía de un blanco inmaculado. En el centro una niña con el pelo recogido de tal forma que una palmera se abría en su cabeza, enterito rosa y pasacordones de Minnie Mouse (indudablemente un atuendo producto de una madre esmerada), compartiendo escena y vestimenta con una elefanta de peluche, que todavía no tenía las marcas que el tiempo y el uso iban a darle. Ambas sentadas en el centro del jardín, con el sol de frente, lo que hacía a la niña fruncir el ceño, al contrario de su acompañante inanimada. El padre o la madre que capturó esa escena merece un reconocimiento por lograr que su hija permaneciera en una posición tan prolija e inmaculada el tiempo suficiente como para tomar la fotografía. También por lograr que la luz del sol refleje en ese instante estático en el tiempo el comienzo de una nueva etapa en la vida de una familia.

Camila Verdugo

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