martes, 8 de junio de 2010

Liberándome

Guiándome en el fenómeno que tantas veces me hizo feliz y me puso triste, que me sacó lágrimas y sonrisas, en definitiva que provocó en mí numerosas emociones de todo tipo, me puse a pensar en lo que ella representaba para mí.

Me di cuenta de que no era sólo lluvia: para mí la lluvia es la libertad.

Podrá parecer un poco exagerado a simple vista pero no soy la única persona que piensa así.

Tal vez sea por la calma que la precede o los vientos que corren antes de su llegada, o quizás el olor de la tierra húmeda – uno de los mejores aromas que pueden existir sobre la tierra -.

Escuchar las gotas chocando contra mi ventana, ver a la gente corriendo despavorida por un poco de agua. Abrir mi ventana para sentir la lluvia en mi cara y el viento fresco. Ese momento, ese instante cambia mi día.

No hay sentimiento más liberador que ese. No hay cosa más pura que aquella. Su llegada me da paz, me tranquiliza.

Es difícil describirlo, explicarlo, volcarlo en un texto. Se complica mucho más si nunca lo has experimentado.

La lluvia me alegra sin importar dónde esté o a dónde vaya o si debo salir. La lluvia me hace pensar, pensar en mí, en lo que me pasa, pensar en los otros también. Por eso hablo de tristezas y alegrías, de sentimientos encontrados: por un lado la felicidad de la lluvia que llega y por otro, la reflexión que puede desembocar en llantos o en risas o simplemente en nada.

Cuando hablo de libertad, de la lluvia como libertad, es justamente debido a esto. Ella me permite la reflexión, la introspección. En definitiva, la lluvia me permite sentir y eso es para mí la libertad.

CANO, Denise

2 comentarios:

  1. Me gustó mucho que en la útima oración condensaras la idea que desarrollaste en el texto, el sentir como libertad. Me produjo un refuerzo en la metáfora, que antes estaba pero un poco etérea.
    Es muy cierto todo, además.

    ResponderEliminar
  2. "el olor de la tierra húmeda – uno de los mejores aromas que pueden existir sobre la tierra", coincido.

    Me dieron ganas de que se largue a llover con toda, y pararme abajo de la lluvia simplemente a mojarme.

    Igual creo que la lluvia puede ser libertad, pero si tenes que hacer algo al aire libre, imposible de hacer con lluvia (imaginate hacer un fogón), termina siendo más bien lo contrario jaja.

    ResponderEliminar