martes, 8 de junio de 2010

Instrucciones para tomar un ascensor

Luego de haber tenido la experiencia de atravesar la puerta de entrada a su hogar o la de algún otro, puede encontrarse con un obstáculo: el ascensor. Si el lugar al que usted ha ingresado es extremadamente alto necesitará uno de estos.

Si él no está esperándolo cuando usted ingresa tiene que llamarlo, exigirle que se acerque hacia usted ya que es posible que esté distraído charlando con otra persona o simplemente tomando un descanso en algún lado.

Para llamarlo sólo tiene que apretar un botón que estará ubicado en alguno de los lados de la puerta corrediza que se abrirá cuando éste llegue. Si aún así no se presenta ante usted, puede esperar unos minutos y repetir la operación o abrir bien su boca y con todas sus fuerzas emplear el grosero pero efectivo grito llamándolo por su nombre. De esta manera dejará sus quehaceres y vendrá a su rescate.

Cuando el ascensor por fin se encuentre frente a usted, aquella puerta-obstáculo que los separa se abrirá por sí sola. De no ser así, no tiene más remedio que utilizar la fuerza propia para abrirse camino en su encuentro con el ascensor. Tome la manija de esa puerta, parecida a un gran acordeón, con ambas manos (generalmente ésta se encuentra en el lado izquierdo a la altura de su cintura) y con todas sus fuerzas tire en dirección opuesta en línea recta, es decir, de izquierda a derecha como si esta fuera una cortina de baño de metal o el acordeón ya mencionado.

Posiblemente el mismo ascensor contenga un acordeón más, por lo que usted tendrá que repetir la operación anterior.

Una vez que su encuentro con el ascensor sea inminente, diríjase hacia él, introdúzcase, y desde su interior realice la maniobra antes explicada de manera opuesta para que nadie más interrumpa su viaje.

Si usted no llega a realizar la maniobra a tiempo, se verá forzado a compartir su momento con otro individuo, viaje en el cual se intercambiarán saludos cordiales y una serie de comentarios innecesarios y exagerados sobre el clima de aquel día.

Una vez dentro y con las cortinas metálicas cerradas, presione el número que más le gustaría visitar. Si sus preferencias son superiores a las del usurpador, éste bajará antes que usted permitiéndole disfrutar de su viaje a solas con aquella caja con fuerzas sobrenaturales que lo resguarda. De lo contrario, usted llegará a destino dejando al usurpador disfrutar solo de un viaje excepcional.

Por estos motivos se recomienda realizar la operación de llamado y encuentro de manera veloz para ahorrarse el inconveniente mencionado en el párrafo anterior.

Si usted tuvo la oportunidad de viajar solo, no queda más que disfrutar del viaje y realizar los movimientos del acordeón para salir del ascensor una vez que llegue a destino.

Pero si usted ingresó a un lugar que no tiene ningún tipo de ascensor, deberá utilizar las escaleras. Acción totalmente distinta a la anteriormente explicada por lo que necesitará pedirle a Julio las instrucciones pertinentes.

CANO, Denise

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