Más malo

Pocas cosas hay en nuestra sociedad más indecorosas que maltratar a la madre, y más indigno aún es levantarle la mano. Ya desde muy chicos nos inculcan que no está bien pegarle a otra persona, sobre todo a los varones, los más propensos a buscar como respuesta a un entredicho este recurso, y menos a una mujer. Por eso ¿Hay algo más bajo e irrespetuoso que golpear a la persona a la cual se le debe la existencia?

La connotación negativa de este hecho es lo que le da sentido a la comparación que puede hacerse con un futbolista mediocre o que esté pasando por un mal momento (en términos de rendimiento competitivo). En fútbol, cuando un jugador no está teniendo un buen nivel de desempeño, es válido decir que es más malo que pegarle a la madre. En un deporte donde se requieren tanta habilidad y orgullo como agallas y entrega, es acertada la equiparación entre una situación de ausencia de estas cualidades en el campo de juego y un acto que decididamente las incumple. Por supuesto que se exagera lo drástico del mal trabajo del deportista y en un sentido ético no resultan en absoluto comparables.

Enrique Capdevielle