tag:blogger.com,1999:blog-69648777198323418962024-03-08T03:50:22.932-08:00Taller de Expresión I - Klein/Pampillo 2010Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.comBlogger109125tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-39517614059637812562010-10-30T09:59:00.000-07:002010-10-30T10:05:23.955-07:00De la existencia del corazón de piedra. Capítulo I<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">“Tiene el corazón de piedra”, eso se dice de las personas que no muestran sus sentimientos, que los esconden, o que no se conmueven por nada. Por lo tanto, podemos deducir que casi siempre este término es utilizado de forma negativa. Pero, partamos de la base, ¿Se puede tener el corazón de piedra? Y en el caso de que se pueda, ¿es eso malo? Veamos los hechos:</span></p> <p class="ListParagraphCxSpFirst" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: -18pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;"><span style="">1-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Se ha corroborado que aquellas personas que no se conmueven con nada, generalmente caminan cabizbajos, con la mirada al suelo y la espalda encorvada. ¿Por qué es esto? Se podría pensar tranquilamente que esto se debe al peso del corazón, que hace presión por la ley de la gravedad, tirando el cuerpo hacia el centro de la tierra, dejando a la persona con esa característica posición encorvada. </span></p> <p class="ListParagraphCxSpLast" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: -18pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;"><span style="">2-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">A la vez, contados estudiantes de medicina, científicos especializados en la anatomía humana, y médicos recibidos, han decretado enérgica y concluyentemente, que el corazón es un órgano musculoso y cónico que funciona como una bomba, llevando la sangre hacia todo el cuerpo, por medio de las venas. Y que por lo tanto, no puede ser ni duro, ni de piedra.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Entonces, ¿Qué debemos pensar de la frase “tiene el corazón de piedra”? ¿Son puras patrañas o está fundamentada sobre algún argumento válido?</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Personalmente, creo haber conocido varias personas con el corazón de piedra. Por lo tanto, no me conformé con la terminante respuesta de los mencionados en el punto 2, y me obsesioné con el tema del corazón al punto de no poder dormir por ello.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Comencé una exhaustiva investigación. Encontré que se puede hablar de varios tipos de corazones, no solo el de piedra. También está el de arcilla, el de vidrio, carbón, plomo y hasta el de barro. Igualmente me quise concentrar en el corazón de piedra, que era el que me desvelaba hacía meses.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Pasé horas y horas clasificando corazones, haciendo gráficos, estadísticas y demás. Después de un tiempo pude realizar una primera afirmación: que efectivamente los corazones de piedra existen, y que además, se puede notar de qué tipo de piedra son. Así, puedo nombrar acertadamente los siguientes corazones de piedra: el corazón de piedra de mármol (más frío que los otros); de cuarzo (se pueden transformar en arcilla y vidrio transparente, pero se necesita de tiempo y paciencia); de roca energética (tienen más energía que los demás, valga la redundancia); de roca volcánica (se caracterizan por ser fogosos e impulsivos); de turmalina negra (un corazón inmune a la envidia). Existen muchos tipos más de corazones de piedra, pero con los que ya nombré puedo pasar a exclamar una segunda afirmación: tener un corazón de piedra no es siempre malo, y no se debe reducir el término a personas que no se conmueven con nada. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Tener un corazón de piedra puede ser muy bueno. Por ejemplo, tener un corazón de roca energética puede resultar muy provechoso en la vida. O si uno es muy exitoso, un corazón de turmalina negra es ideal. También está la afinidad existente entre el corazón de mármol y el de roca volcánica. En una relación amorosa, el contraste entre frío y fuego puede ser excelente. Existen varias combinaciones de corazones de piedra que funcionan a la perfección. Pero la clasificación de éstas la dejaré para otro capítulo, el cual escribiré algún día entre hoy, y el día en que mi corazón de piedra se haga añicos.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Soledad Salazar<br /></span></p>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-55893196212634467992010-10-30T09:58:00.000-07:002010-10-30T09:59:21.232-07:00Cae el sol<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">¡Cae el sol, cae el sol!, gritaban los niños mientras sus espantadas madres miraban al cielo con ojos desorbitados. ¡Cae el sol, cae el sol!, exclamaban las viejitas en las veredas, emocionadas por tener un tema interesante para chismear. Algún que otro distraído miraba su reloj, que marcaba obstinado las diez de la mañana.</span></p> <span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; font-family: Arial;">Seis horas tardó el sol en desaparecer por el horizonte. Fue el anochecer más largo de la historia, y fue el último. Por supuesto, al otro lado del mundo dormían tranquilos, sin saber que cuando despertaran, descubrirían que el amanecer no llegaría nunca, y que vivirían en una noche eterna.<br /><br />Soledad Salazar<br /></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-32211352516321005432010-10-30T09:55:00.000-07:002010-10-30T09:57:27.184-07:00Son risas<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Estaba desesperado, ella se moría de risa y no podía hacer nada para evitarlo. Intenté de todo, películas dramáticas, canciones tristes, pero nada funcionaba.</span></p> <span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; font-family: Arial;">Tres días agonizó en su risa, hasta que un día dejó de reír.<br /><br />Soledad Salazar<br /></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-1946812097471624672010-10-30T09:53:00.000-07:002010-10-30T09:55:02.184-07:00Instrucciones para respirar<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Para respirar usted debe, en primera instancia, liberar de toda obstrucción los orificios de la nariz y la boca. Una vez hecho esto, tendrá que realizar un movimiento de apertura (o expansión) del diafragma, el cual permitirá la entrada de aire por los ya citados orificios nasales.<span style=""> </span>A éste movimiento lo llamaremos “inhalar”.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Usted podrá notar cómo las costillas se separan, dejando a la vista un abdomen inflado. Procure que el aire inhalado no sea ni mucho, ni poco. Una vez realizado el primer proceso (el de inhalar), el aire quedará alojado en sus pulmones. Deberá entonces apresurarse para dar el siguiente paso, pues si el intervalo entre las dos operaciones se prolonga más de la cuenta, podría usted morir.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">El segundo paso podría definirse como lo opuesto al primero. Usted deberá realizar otro movimiento de diafragma, contrayéndolo. Esta contracción permitirá que el aire se deslice nuevamente, pero esta vez para salir despedido por el orificio ubicado debajo de los nasales. Podrá entonces notar como sus costillas vuelven al lugar donde estaban al inicio del proceso, y como su abdomen se aplana suavemente. A este movimiento lo denominaremos “exhalar”.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%; font-family: Arial;">Luego de realizar ambos movimientos, usted deberá repetirlos todo el tiempo y todos los días de su vida.</span></p> <span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; font-family: Arial;">Aclaración: Se recomienda no pensar que el hecho de realizar este proceso (el de respirar) significa que está usted “vivo”. Pues es un concepto erróneo, que lo puede llevar a tener un falso y efímero sentimiento de felicidad. <u>Bien se puede estar muerto y respirar, o sentirse plenamente vivo en algún momento que requiera contener la respiración. Para más información sobre las maneras para estar vivo, puede usted dirigirse al libro Instrucciones para Ser, de “<i style="">La cátedra 22” </i><span style=""> </span>y consultar sus diferentes puntos.<br /><br /></u></span><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; font-family: Arial;">Soledad Salazar</span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-5401910652510998462010-10-14T15:39:00.000-07:002010-10-14T15:46:13.980-07:00Nieve roja.<p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Era una fría noche de Julio. Una tormenta de nieve atravesaba la ciudad. El silencio predominaba en el ambiente. En la calle, ni una sola alma. Yo acababa de acostarme en mi cama para dormir luego de un largo día de trabajo. Junto a mí se encontraba la última edición de El Gráfico. Mientras estaba leyendo, comencé a escuchar ruidos de sirenas acercándose a mi vivienda. Como yo vivo a pocas cuadras del cuartel de bomberos ubicado en la calle Magallanes, ese sonido me era familiar. Sin embargo, me levanté de mi cama y fui hacia la cocina para observar qué sucedía. Ni bien corrí las cortinas, vi la casa de enfrente envuelta en llamas. A pesar de la nieve que caía, el fuego cada vez cobraba más fuerza y arrasaba con la vivienda. Muy a mi pesar, decidí ponerme el uniforme y colaborar con mis compañeros armando un corralito frente a la zona en la que los bomberos debían trabajar para apagar las llamas. Cuando ellos me vieron, comenzaron a reírse en mi cara. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">- ¡Miren muchachos quién se cayó de la cama para darnos una mano! Jajaja</span></i></span><i><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">…</span></span></i><i><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Disculpanos si hicimos mucho ruido con las sirenas, jajaja</span></span></i><i><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">…</span></span></i><i><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><i><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></o:p></span></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Yo no les respondí.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Una vez finalizado el trabajo de los bomberos, era tiempo de realizar las pericias a la casa incendiada. Ahora debía abocarme a esa tarea. Junto con mi compañero de oficina comenzamos a caminar por entre la madera quemada, enfrentándonos a la nevada incesante. Las condiciones climáticas hacían difícil el rastrillaje de la zona y, por esta razón, debíamos sacar nieve de los escombros constantemente. Mientras nos encontrábamos en la parte delantera de la vivienda, otros compañeros se encontraban en los fondos con los perros de búsqueda. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Ya había pasado media hora y no teníamos la certeza de por qué había comenzado el incendio. Yo sabía que la casa tenía un cartel de venta hacía bastante tiempo, por lo que nadie la habitaba y se trataba de una desgracia con suerte. Hasta ese momento, el dueño de la vivienda no se había acercado al lugar. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Cuando comenzamos con la segunda ronda de peritajes, los perros empezaron a ladrar. Nos acercamos al lugar señalado, retiramos las chapas que se habían caído del techo y encontramos un cadáver. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> La noticia conmovió a la ciudad. Era la primera vez que sucedía un hecho de esas características. Los resultados de la autopsia indicaban que Nicolás Pérez había sido asesinado de 3 balazos en el tórax. Era evidente que no se trataba de una simple casualidad haber encontrado el cuerpo asesinado de una persona en una casa incendiada. Por esta razón comencé a investigar el caso. Muy a mi pesar, siempre estaba más tiempo encerrado en una oficina que contemplando las maravillas naturales que la ciudad brinda con un simple abrir y cerrar de ojos.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Al día siguiente, lo primero que debía hacer era volver a la escena del crimen para realizar una nueva ronda de pericias. Este era un paso importante ya que no habíamos podido rastrillar como correspondía el lugar donde habían ocurrido el incendio. El clima seguía frío y las montañas estaban cubiertas de nieve. Son estos los días en que las cumbres parecen cubrirse de polvo para hornear, brindando una vista espectacular.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Si bien todavía quedaban rastros de la nevada, pudimos observar mejor la zona incendiada ya que contábamos con la ayuda de la luz solar. El primer elemento que corroboró la teoría de un incendio intencional era un bidón de gasolina derretido. También encontramos, en los fondos del terreno, un maletín con pertenencias de Nicolás. Pensábamos que dicho descubrimiento nos brindaría algún indicio de la causa del asesinato y el posterior incendio de la casa. Pero no. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Las únicas pistas que teníamos eran que Pérez trabajaba en </span><st1:personname productid="la Aduana" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la Aduana</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> de la ciudad, era soltero y había puesto su casa en venta. Hasta ahí nada extraño. Por esta razón decidimos dirigirnos a su lugar de trabajo para interrogar a sus compañeros y tratar de sacar algún testimonio que nos llevara a la resolución del caso. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Una vez en </span><st1:personname productid="la Aduana" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la Aduana</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, ubicada en la zona del puerto, a orillas de la bahía, comenzamos con nuestra tarea. Los empleados eran bastantes y tendríamos un largo día de trabajo</span></span><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">…</span></span><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Luego de varias horas, no habíamos obtenido ningún dato que nos sirviera, ni siquiera encontramos ninguna ayuda al revisar el escritorio de Nicolás. Por esta razón, junto a mis compañeros decidimos retirarnos y dejar nuestros teléfonos por si alguien llegaba a recordar algo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Esa misma noche, mientras cenaba, sonó mi teléfono. Era uno de los empleados de </span><st1:personname productid="la Aduana" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la Aduana</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> que quería hablar conmigo. Me dijo que esa misma tarde no me había dicho nada por temor, pero que sabía algunas cosas de Nicolás que me serían útiles para saber quién lo había asesinado y por qué. Le pregunté su nombre, pero prefirió no decírmelo. Frente a esto, me ofrecí para acercarme hasta su vivienda y así charlar más tranquilos. Él aceptó y me dio su dirección. Era la segunda noche que tenía que interrumpir lo que estaba haciendo. En verdad no tenía muchas ganas de salir de la comodidad de mi casa, pero la investigación no estaba muy avanzada y por ello tenía que hacer un pequeño esfuerzo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Me subí a mi auto y me dirigí al Barrio Ecológico. Por suerte, el lugar al que debía dirigirme era una “tribuna” natural de toda la ciudad: cada rincón de la bahía, cada luz del centro podía observarse desde allí. En un principio me costó llegar hasta el lugar de encuentro, ya que se había largado a nevar nuevamente y la calle empinada por la que debía acceder estaba anegada. Este debe ser el único punto en contra del barrio. Por ello tuve que buscar un camino alternativo, pasando por atrás del Colegio Polivalente de Arte. Cuando llegué a la vivienda de mi testigo, vi que la misma tenía las luces apagadas. Me pareció extraño ya que la oscuridad cubría la ciudad y todas las casas vecinas tenían alguna que otra luz prendida. Revise el papel donde había anotado la dirección y comprobé que no estaba equivocado. Abrí el portón y me acerqué a la puerta. Toque timbre y me puse a observar como la luz de la luna, escondida detrás de algunas nubes, iluminaba la bahía. Había parado de nevar de un instante para otro. El clima de Ushuaia es así. Siempre se dice que en la ciudad, uno puede vivir las cuatro estaciones del año en un día. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> En la casa no me atendía nadie. Ya me estaba poniendo fastidioso, cuando una camioneta 4x4 pasó a toda velocidad por la calle y de la mismo salió una balacera infernal. Me tiré al piso y esperé un instante antes de levantarme. Mi testigo seguía sin abrir la puerta. Había caído en una trampa</span></span><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">…</span></span><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Al día siguiente, informé lo sucedido a mis compañeros. Frente a mi comentario, noté que no se sorprendieron. Ellos también habían sido víctimas de amenazas telefónicas. Sin embargo, el único que había sido llevado a un punto de encuentro era yo. Supuse que esto sucedió porque soy quien lleva adelante la investigación por el asesinato de Nicolás. Sí, justo yo, el que se había mudado a la ciudad más austral del mundo para contemplar sus hermosos paisajes…<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Todavía no sabía por donde empezar ya que carecía de pistas contundentes. Por ello decidí averiguar quien era el dueño de la casa a la que había sido llevado a través de un llamado anónimo. Ese era mi siguiente objetivo. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Me dirigí al Instituto Provincial de </span><st1:personname productid="la Vivienda" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la Vivienda</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, ubicado a pocas cuadras del Paseo del Centenario. Allí pedí hablar con el encargado del área de títulos y escrituras. Le conté el caso y me facilitó el acceso al registro de propietarios de viviendas. Cuando ubicamos el legajo correspondiente, me encontré con la sorpresa de que el propietario de la vivienda era nada más y nada menos que Nicolás Pérez. A esta altura ya no había dudas que el caso estaba llevándome a un ambiente mafioso. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Al regresar a la comisaría, pregunté si el seguimiento de los llamados había tenido éxito, pero la respuesta fue negativa. Seguía sólo con lo que había ocurrido la noche del incendio. Por esta razón decidí volver a </span><st1:personname productid="la Aduana" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la Aduana</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> para saber si algún empleado había recordado algo. El caso me estaba cansando.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Ya en </span><st1:personname productid="la Aduana" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la Aduana</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, interrogué personalmente a los mismos empleados que el día anterior. Si bien todos me volvieron a repetir lo mismo, encontré a un nuevo empleado, José Martínez, que había faltado ya que se encontraba engripado. Ni bien comencé a interrogarlo, comenzó a ponerse tenso. Él me informó que Nicolás solía juntarse con unos amigos a jugar al póker y en esas partidas realizaban apuestas de dinero en efectivo. Últimamente, Pérez se encontraba acosado por una serie de deudas y por ello había tenido que poner su casa en venta. Me dijo que sabía todos estos datos ya que Nicolás era su compañero de oficina y le había pedido plata para saldar su deuda, pero no sabía con quienes jugaba al póker. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> La relación entre Nicolás y José era de simple compañerismo laboral y eso me jugaba en contra; pero a partir de este testimonio alcanzaba el primer paso en la investigación: saber la causa del asesinato de Pérez. Una vez finalizado el interrogatorio, José me pidió que reserve su identidad en la investigación ya que tenía miedo de que algo malo le sucediera. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-AR"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Luego volví a mi lugar de trabajo. Tenía que comenzar a armar el rompecabezas del caso con la primera pieza que me había facilitado Martínez. Pasé la tarde encerrado en mi oficina sin lograr ningún resultado nuevo en la investigación. Me estaba enfrentando a un crimen perfecto. Los asesinos habían planificado todo y no se les había escapado ningún detalle…<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Al otro día, me levanté más temprano de lo habitual y fui al trabajo. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><i><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> - ¡Otra vez te caíste de la cama! Jajaja. ¡Estás comenzando a preocuparme por tu salud!<o:p></o:p></span></span></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><i><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></o:p></span></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Luego de la broma de mi compañero, le pregunté si había surgido alguna novedad en el caso. Pero la respuesta seguía siendo la misma: no. Volví a encerrarme entre cuatro paredes y decidí continuar investigando otros casos que había postergado a partir del asesinato de Nicolás Pérez. Hasta ese momento ya había cumplido con todos mis deberes y, si no aparecía una pista lo antes posible, el caso quedaría impune.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Esa misma tarde, mi superior me indicó que debía realizar un allanamiento en una casa ubicada camino al Glaciar Martial. Estas son las tareas que me gustan hacer. Recorrer el camino sinuoso rodeado de árboles es uno de los paseos más hermosos de la ciudad. Pero lo mejor es la vista panorámica que se puede ver desde allí, digna de una postal turística. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Volvamos al allanamiento. El procedimiento se encuadraba dentro de la causa por narcotráfico que hacía meses se había iniciado. Es así que junto con mis compañeros nos subimos a los patrulleros y nos dirigimos al lugar indicado. Al llegar, el bosque estaba silencioso. Ni una sola mosca rondaba por el ambiente. Golpeamos la puerta de la vivienda pero nadie salió a abrirla. Por ello tuvimos que derribarla. Entramos, revisamos toda la casa de arriba abajo pero no encontramos lo que buscábamos. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Al volver a la comisaría, en la mesa de entrada me dijeron que había una persona esperándome en mi oficina. Abrí la puerta y encontré una silueta que me era familiar. Cuando la persona que me esperaba se dio vuelta, confirmé mis sospechas: era José Martínez. Lo saludé y le pregunté a qué se debía su visita. Él me comentó que, desde mi visita a </span><st1:personname productid="la Aduana" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la Aduana</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, había recibido amenazas constantes y tenía mucho miedo por lo que le llegara a pasar. Por esta razón encargué que fuera custodiado y le agradecí todo lo que estaba haciendo por el caso.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-AR"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">A partir de este testimonio, era evidente que el asesino se encontraba dentro de </span><st1:personname productid="la Aduana. No" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la Aduana. No</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> era casualidad que tanto Martínez como yo fuimos víctimas de amenazas. Quien había matado a Pérez, encontraba en nosotros dos un obstáculo a eliminar para asegurar su impunidad.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Frente a todo lo sucedido, decidí volver a </span><st1:personname productid="la Aduana" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la Aduana</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> con el objetivo de encontrar algún indicio que me llevara al autor de las amenazas y, por consiguiente, a uno de los autores del crimen. El problema era que no sabía por dónde empezar ya que todos eran sospechosos ante la carencia de pistas. Frente a esta situación, tuve que indagar que estaba haciendo cada uno la noche del incendio. La pericia del cuerpo de Pérez indicaba que él había sido asesinado media hora antes del incendio, por lo que había alguno de todos los empleados que en esos treinta minutos antes de iniciarse el incendio, no podría justificar su situación. Sin embargo, todos los testimonios fueron contundentes y sin vacilaciones, a excepción de uno… Luego de los interrogatorios en </span><st1:personname productid="la Aduana" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la Aduana</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, me dirigí a mi casa para descansar. El día siguiente sería clave para el destino del caso.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Al llegar a la comisaría, me dirigí a la oficina de mi superior para comentarle la conclusión a la que había llegado luego de varios días. Necesitaba corroborar si mi hipótesis estaba bien orientada con alguien de mayor experiencia. La respuesta fue satisfactoria pero carecía de pistas para comprometer al acusado. <o:p></o:p></span></span></p> <span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; "><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Cuando salí de la oficina, decidí abandonar el caso. La verdad era que estaba cansado de buscar un asesino que había planificado cada detalle para no ser descubierto. Y no solo eso. Mi superior me daba un caso nuevo por cada día que pasaba. Mi trabajo se había tornado agotador y ahí adentro me estaban explotando Señor juez. Además yo había llegado a la isla para disfrutar de sus paisajes, pero me la pasaba más tiempo en una oficina que al aire libre.</span></div></span><div style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span></div><div><span lang="ES-AR" style="font-size:11.0pt;font-family:Arial;mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-font-kerning:14.0pt;mso-ansi-language:ES-AR;mso-fareast-language: ES-AR;mso-bidi-language:AR-SA"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;line-height: 150%; "><span lang="EN-US" style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Matías Schneider.</span><o:p></o:p></span></p></span></div>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-23532718668840482732010-10-03T15:51:00.000-07:002010-10-04T11:16:01.211-07:00Democracia, militancia e incertidumbre.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-left: -14.2pt; line-height: 150%; "><span lang="ES-AR"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ya por Internet, en el blog de la cátedra, el profesor nos había avisado que, de contar con las condiciones mínimas el parcial se tomaría, y que luego de una reunión de la cátedra nos comentaría las novedades. Estábamos todos bastante alerta, y con un ojo en los apuntes y el otro en la pantalla de la computadora, porque como estaban las cosas ya no nos hubiera sorprendido el hecho de que pospusieran el examen de P.C.P.C. (Principales corrientes de pensamiento contemporáneo). La facultad estaba tomada, y más allá de todos los motivos, opiniones y justificaciones, lo cierto era que existía un cierto desorden organizativo que atentaba contra la tranquilidad y la confianza de encontrarse con que todas las cosas que valían para el día anterior, valieran también para el presente.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-left: -14.2pt; line-height: 150%; "><span lang="ES-AR"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">El día del examen, ya en Parque Centenario, con un dejo de recelo me aventuré a la entrada de la facultad. Me sumé a un grupo de compañeros de curso que esperaban al profesor e intentaban averiguar adónde teníamos que ir, preguntando a alguno de los tomadores, que sin conocerlos los trataba de “compañeros”. Luego de recibir la información deseada y antes de que pudiera arengarnos nos metimos en el edificio. Tuvimos esa típica charla de antes de los exámenes en la que intercambiamos nuestras experiencias de estudio con el mero objeto de sentirnos acompañados en los defectos, y después vimos a nuestro profesor que entraba en el aula nos reuniríamos.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-left: -14.2pt; line-height: 150%; "><span lang="ES-AR"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ya resignados entonces a tener el parcial nos dirigimos hacia dónde nos habían mandado. Esperamos a que llegara más gente y cuando hubo suficiente el profesor habló. Nos empezó a comentar lo que se había hablado durante la reunión de cátedra, en la que hubo opiniones encontradas con respecto a la toma. Estaban los que se posicionaban enteramente a favor de la toma, los que hacían hincapié en el tono político de la misma y no les hacía mucha gracia condicionar el ambiente de las clases por un reclamo ajeno, y los que estaban en una posición más bien neutra y rescataban aspectos negativos y positivos de la situación. Siempre me dio la impresión de que nuestro profesor se encontraba entre estos últimos. Pero más allá de todo, se abrió el debate cuando nos anunció que la cátedra por unanimidad solo pudo concluir en una cosa: que por ser la toma una decisión estudiantil, la toma de los parciales debía ser convalidada por los propios estudiantes.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-left: -14.2pt; line-height: 150%; "><span lang="ES-AR"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Así que entonces se plantó un debate que se continuaría con una votación para definir si se tomaba el parcial o no. Debo reconocer que si bien yo consideraba que ya nada podía extrañarme, esto fue verdaderamente sorpresivo. Desde mi punto de vista personal, yo quería ya sacarme de encima este examen y la verdad que no veía ningún motivo para que no se tomara. Por supuesto, hubo quienes clamaban que no estaban dadas las condiciones “ideales” para rendir, y que la cursada se había visto condicionada por la toma. Lo cual no era para nada cierto, y eso fue lo que varios contestamos. La única clase que se perdió fue el día en que se desencadenó la toma, cuando el quilombo institucional alcanzó sus picos más altos. Debido a eso el parcial se pospuso una semana. Es decir que se recuperó esa clase perdida, en una jornada al aire libre, en el parque la cual, más allá de todo lo que se pueda criticar de dar una clase en otro lado que no sea un aula, en mi opinión fue una de las mejores del cuatrimestre a nivel de contenidos y de claridad. Otra chica acotó que no sabía a qué se refería el muchacho con “condiciones ideales para rendir”, dado que nunca en la vida se había dado tal situación.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-left: -14.2pt; line-height: 150%; "><span lang="ES-AR"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Finalmente, luego de una discusión de varios minutos el profesor dispuso las cosas para votar, y casi por unanimidad se ratificó la toma del parcial.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-left: -14.2pt; line-height: 150%; "><span lang="ES-AR"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Y así fue, se repartieron las hojas y se tomó el parcial. Cuando salí volví al ambiente de toma. Las barricadas en las puertas de las aulas, los pasillos vacíos, salvo por los muchachos revolucionarios del CECSo en la entrada y los de </span></span><st1:personname productid="la UES" st="on"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la UES</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> en su eterno stand. Me dirigí a los baños y me crucé con un amigo que charlaba con un desconocido para mí. Después volví a mirar y me di cuenta que no charlaba, sino que escuchaba desinteresadamente un balbuceo inaudible de alguien al que conocía tanto como yo.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-left: -14.2pt; line-height: 150%; "><span lang="ES-AR"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Cuando salí del baño, volví para donde estaba mi amigo. Seguía escuchando al desconocido poniendo cara de interesado. Acudí en su rescate y logré dilucidar algunas de las palabras que mencionaba el extraño en su ininteligible discurso. Tenía algo que ver con “las causas penales de algunos compañeros”, a los que la toma logró liberar. Cuando hizo una pausa para que preguntáramos o comentáramos algo, aprovechamos para despedirnos cortésmente.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: right;margin-left: -14.2pt; line-height: 150%; "><span lang="ES-AR"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Enrique Capdevielle</span></span></span></p>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-61964624350995410112010-10-01T16:07:00.000-07:002010-10-01T16:11:09.569-07:00Los rascacielos<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <o:shapedefaults ext="edit" spidmax="1026"> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <o:shapelayout ext="edit"> <o:idmap ext="edit" data="1"> </o:shapelayout></xml><![endif]--> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; font-family: arial;"><span style="font-size:100%;">Los rascacielos son una especie vegetal, que podemos clasificar dentro de los árboles, pertenecientes a su vez, a la familia de los edificios. Crecen generalmente en los suelos asfaltados de las ciudades, producto del riego artificial a través de cloacas y cuidados permanentes, que debe realizar un jardinero especializado en edificios, conocido con el nombre de encargado, que lo riega todas las mañanas y cuida los detalles de este inmenso árbol con la misma dedicación que quienes cultivan bonsáis, pero con el objetivo opuesto.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; font-family: arial;"><span style="font-size:100%;">Estos gigantes del reino de las plantas no proporcionan ningún fruto comestible, o que pueda emplearse para la medicina u otros usos, y su tala es muy costosa ya que son muy complicados de derribar. Sin embargo son considerados de gran beneficio para el ecosistema urbano.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; font-family: arial;"><span style="font-size:100%;">En primer lugar, sirven de hábitat de distintas especies animales, como el ser humano y algunos insectos que se instalan en las cavidades existentes en el interior de del tronco. También es común hallar, en las pequeñas y uniformes ramas de forma rectangular, alineadas vertical y horizontalmente entre ellas, que algunos poseen, otras especies de plantas.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; font-family: arial;"><span style="font-size:100%;">Pero el beneficio principal de los rascacielos es el de aliviar la picazón a los cielos, producida por los gases contaminantes del ambiente citadino, a los cuales el firmamento es alérgico.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; font-family: arial;"><span style="font-size:100%;">En la actualidad, la cantidad de estos majestuosos árboles es cada vez mayor, siendo de tal importancia que han llegado a ser motivo de enfrentamientos bélicos.</span></p> <span style=";font-family:Arial;font-size:12pt;" ><span style="font-family: arial;font-size:100%;" >El problema comenzó con la invención de un sistema moderno de tala, que permitiría utilizarlos para la industria maderera. Este sistema revolucionario creado en medio oriente, por medio de la utilización de aviones comerciales y leñadores suicidas, creó un grave conflicto con los Estados Unidos. Según explicó el ex - presidente norteamericano, tendría que ver con que una empresa afgana, comenzó la tala ilegal de rascacielos en la ciudad de Nueva York. Otros más osados sostienen que tan solo es una guerra por el dinero, y que EE.UU. pretende apoderarse de esta nueva y multimillonaria técnica de tala.<br /><br /><br /><br />Agustin Ariztegui</span><br /></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-79250937381261897332010-10-01T16:06:00.000-07:002010-10-01T16:07:48.280-07:00Un acercamiento a la fauna parasitaria<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <o:shapedefaults ext="edit" spidmax="1026"> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <o:shapelayout ext="edit"> <o:idmap ext="edit" data="1"> </o:shapelayout></xml><![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Crónicas perdidas de los tiempos de la Fiebre del Oro, relatan un suceso particular, que de llegar a oídos antropológicos, aportaría nuevas razones a la distribución étnica de ciertas partes del mundo. Se trata de la persecución y caza de un parásito que sólo habita en las cabelleras humanas: el Rizos de Oro.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Todos hemos visto alguna cabeza blondamente rizada en el transcurrir de nuestras vidas, pero lo que no sospechamos es que esos rizos no están hechos del común material que también puebla nuestras cabezas. No, los llamados Rizos de Oro, presentan material aurífero en vez de la quitina que se encuentra regularmente en las cabelleras humanas. Es importante, sin embargo, recalcar que sólo aquellas cabelleras que presentan ondulaciones contienen el preciado material, aumentando su pureza y calidad con la ondulación del cabello, siendo los bucles lo más preciados de todos. No hay que dejarse engañar por gente astuta, que haciendo gala de su </span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">“</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">rubiosidad</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">”</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US"> vende su lacio cabello a precio de oro. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Este curioso parásito es originario de los países nórdicos y de algunas regiones de las Islas Británicas, encontrando comunidades de número considerable en partes de Rusia y Europa del Este, dispersándose hacia el resto de Europa y algunas partes de America con las sucesivas migraciones. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Los Rizos de Oro, sin embargo, se encuentran en un severo riesgo de extinción en la actualidad. Esto se debe a un curioso defecto en su genética, por el cual al ser completamente removidos o </span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">“</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">rapados</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">”</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US"> de la cabeza humana en donde se alojaban, no vuelven a desarrollar afinidad con su huésped y mueren, dejando paso al desarrollo de una cabellera humana regular. El rapado indiscriminado de los Rizos de Oro a partir del siglo XVII y pasando por diferentes etapas de intensidad, tuvo su punto cúspide durante la Fiebre del Oro americana, en donde la población de Rizos de Oro de ese país quedó prácticamente reducida a un mito. Algunas naciones, como Gran Bretaña o Alemania han legislado en contra del rapado indiscriminado de los Rizos de Oro, contribuyendo a la labor con un efectivo programa de desinformación acerca de su existencia. Este proceder ha arrojado resultados satisfactorios, al contrario de países como España o Italia, en donde campañas secretas destinadas a la captura de Rizos de Oro fueron llevadas a cabo por la Corona Española y el Vaticano durante décadas, diezmando a la población. </span></p> <span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="EN-US">Estos datos resultan de vital importancia para la biología y la antropología, a partir de los cuales futuros estudios acerca de la simbiosis entre los seres humanos y ciertos parásitos podrían arrojar resultados revolucionarios.<br /><br /><br /><br />Camila Verdugo<br /></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-46784616375568859842010-10-01T16:05:00.000-07:002010-10-01T16:06:27.296-07:00Rebaños celestiales<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <o:shapedefaults ext="edit" spidmax="1026"> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <o:shapelayout ext="edit"> <o:idmap ext="edit" data="1"> </o:shapelayout></xml><![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Las nubes son como corderos extraviados. Uno podría pensar que esta comparación es la obvia, dado el color y la textura de ambos seres. Pero en realidad basta con detenerse cinco minutos a mirar el cielo con atención para que el parecido salte a la vista. Y repito: no está en la apariencia, sino en la actitud.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Toda nube nace en un rebaño. Un rebaño que permanece unido todo el tiempo, a veces tan junto que todas esas nubes parecen un solo y enorme ser, lo que el conocimiento popular conoce en general como un </span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">“</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">nubón</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">“</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US"> o </span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">“</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">nubarrón</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">“</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">. A veces más distanciadas, pero siempre vigiladas por su pastor, comúnmente conocido como </span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">“</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">sol</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">”</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US"> o </span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">“</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">febo</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">”</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">, pastan cielo todo el día, y de noche Febo se va a dormir y las deja al cuidado del sereno. O más bien Serene, el verdadero nombre de su guardiana nocturna. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">El problema de las nubes está en su pelaje. Tiene la extraña característica de ser muy extenso y flexible, pero muy poco denso. Esta falta de peso específico es lo que las hace vulnerables a los caprichos del viento, que aprovechando distracciones momentáneas de las nubes y su cuidador, las arrastra fuera del rebaño. Como el lobo a los corderos, claro está. Y así queda la nube, sola y librada a la suerte, vagando por un cielo que ya no tiene ganas de pastar. Y sola camina, perdida en ese prado inmenso y mirando hacia abajo de vez en cuando, y cada día ve un abajo diferente, y si se cruza con otras nubes, éstas no son sus hermanas por lo que no la quieren adoptar. Durante su solitaria travesía la nube va ensuciando su pulcro pelaje blanco, y cualquier observador un tanto atento podría notar cómo una nube se va manchando progresivamente, hasta quedar tan mugrienta que se vuelve gris. Sola y sucia, la nube llora solitaria, pero como el viento ama ver a las nubes sufrir, arrastra otras nubecillas extraviadas hacia el lugar donde ella se encuentra y así, todas juntas, comienzan a llorar. Lloran y lloran, a veces por sólo unos minutos, a veces por varios días seguidos; a veces con lágrimas gruesas que caen lentamente, a veces con lágrimas más finas que caen sin parar. </span></p> <span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-AR">Pero una nube extraviada no está completamente perdida. Queda la esperanza de que alguno de sus pastores la vea, y para llamarla y distinguirla entre el nubarrón de nubes llorosas, lancen fuertes estrépitos, acompañados de luces relucientes para que ellas logren encontrarlos. Y si todo sale bien, y el viento distraído con alguna otra maldad no tiene tiempo de arruinar el reencuentro, nuestra nube se reúne finalmente con su pastor, y parten contentos a buscar al resto del rebaño. Las lágrimas de la nube limpiaron su pelaje, que está más blanco que nunca, y que además reluce con el brillo que Febo proyecta, feliz de haberse reencontrado con su pequeña nube perdida, como un pastor y su cordero.<br /><br /><br />Camila Verdugo<br /></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-82893169550989074332010-09-29T07:44:00.000-07:002010-09-29T07:45:21.432-07:00El cargador cargado<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Lo que sucedió aquella noche, fue un hecho singular. Algo no corriente. Sin embargo era predecible, o por lo menos eso comunicó a la prensa el reconocido Profesor de Ingeniería veterinaria eléctrica, Roberto Centeno, especialista en cargadores, baterías y pilas domésticas de la Universidad de Buenos Aires.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">“Cargador de celular ataca a su dueña” gritaba la primera plana de uno de los más prestigiosos diarios del país, y durante el resto de la semana los numerosos programas televisivos de investigación barata, llenaron la pantalla de informes acerca de estas violentas mascotas modernas. Al igual que la historia nos cuenta de numerosas tareas rurales realizadas con la ayuda de los animales, hoy es común el uso de estos pequeños y silenciosos “objetos”, como los llaman algunos insensibles, para ayudarnos en nuestra, cada vez más lujosa, vida diaria, que necesita imperiosamente de la posibilidad de comunicarnos cuando y donde sea. Es así que pasamos los días sobre exigiendo a estas extrañas criaturas de escaso tamaño y larga cola (por lo general, unas cuantas veces más que el resto de su cuerpo) que a través de sus dientes (dos o tres dependiendo la raza), succionan electricidad de las paredes y la depositan por medio de su cola en los distintos aparatos tecnológicos modernos, que van desde teléfonos celulares, computadoras portátiles, hasta cámaras de fotos o videograbadoras, reproductores de música o cualquier otro instrumento igualmente indispensable para la supervivencia humana.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Los escandalizados vecinos de Marta Guzmán, victima del rabioso cargador, deambularon por la TV argentina toda la semana, sin tanta repercusión, por supuesto, que las flamantes nuevas peleas de “Bailando por un sueño”, pero sí superando con creces, en cambio, a la que tuvieron las tomas de las distintas facultades de la UBA.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Y sí. Como dijeron los expertos en el tema, era predecible. Pero para los vecinos, la culpa era del cargador, y de Marta, por supuesto, que era tan inconciente como para tener en su casa uno de estos abominables bichos. En su cabeza no cabía la idea de que estos seres maravillosos, que soportan el abuso humano sin quejarse, en algún momento, en algún hogar, alguno de ellos reaccionará así.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Y claro, saturado por el trato recibido, el cargador clavó sus únicos dos dientes metálicos en la mano de la señora Guzmán, que tuvo que dirigirse inmediatamente al hospital, a curar su herida mano.</span></p> <span style="font-size: 12pt; font-family: Arial;">De cualquier manera, éste hecho poco ordinario (por ahora) es ya cosa olvidada. El domingo Boca volvió a ganar y Palermo hizo tres goles, y la historia del cargador con la paciencia colmada dejó de ser noticia.<br /><br /><br /><br />Agustin Ariztegui<br /></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-62594929030808498392010-09-27T14:11:00.000-07:002010-09-27T14:16:45.605-07:00Instrucciones para encender la luz<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Si usted tiene el sistema tradicional de tecla o botón siga las siguientes instrucciones. En caso de poseer algún sistema menos usual como el encendido por medio de aplausos, perilla reguladora de intensidad, o si aún utiliza velas, o faroles a gas, este material le resultará incompatible.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>En primer lugar es necesario verificar que todos los elementos necesarios estén correctamente instalados. Principalmente es necesario contar con una lamparita en su respectivo porta lámparas, con su instalación eléctrica correspondiente en buenas condiciones, y por supuesto la factura de la luz paga, o, en todo caso, alguna fuente generadora de energía propia.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>Una vez verificado lo anteriormente mencionado, podemos proceder al encendido propiamente dicho. Coloque su dedo sobre la tecla de encendido/apagado (si bien puede ser cualquiera, suele resultar más cómodo utilizar el índice, también puede usar más de uno a la vez, aunque esto queda a gusto del usuario), y presione con suficiente fuerza como para inclinar la tecla al lado contrario, o en caso de ser un botón, como para que este se hunda. Es importante no realizar demasiada fuerza, o podría romper el botón o tecla. Otra cosa que es importante es que la luz se encuentre previamente apagada, de otra forma no conseguirá más que el efecto contrario al pretendido.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>Si luego de realizar todo esto la luz no se enciende, puede ocurrir que la lámpara esté quemada. Cambié la lámpara por otra nueva, y vuelva a intentarlo.</span></p> <span style="font-size: 12pt; font-family: Arial;"><span style=""> </span>Pero cuidado, es importante tener en mente siempre algunas precauciones. Se recomienda no encender descalzo, y aún menos estando mojado. ¡Si no se siguen estas recomendaciones, pone en peligro su vida! Más todavía si comete ambas faltas a la vez. Son conocidos los casos fatales producidos por descuidos de este tipo, con descargas eléctricas tan fuertes que han llegado a reducir cuerpos a cenizas. En otros casos más afortunados solo se reciben patadas que hacen volar al descuidado unos cuantos metros, aunque no siempre resultan ser afortunados, pues en oportunidades terminan golpeándose contra alguna pared o saliendo justo por una ventana de un piso catorce con el mismo resultado que con las descargas eléctricas extremas. Por último, menos conocidos pero no por eso menos reales, existen casos en que algunas personas se quedan pegadas, teniendo que vivir el resto de su vida con una tecla en el dedo.<br /><br /><br />Agustin Ariztegui<br /></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-18141784629147850962010-09-27T14:10:00.000-07:002010-09-27T14:11:18.470-07:00Instrucciones para mirar televisión<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">Es en realidad, lo más fácil del mundo. Respirar parece dificultoso si lo comparamos con la simple tarea de mirar televisión. Este perfecto aparato, maravilla de tecnología, llegó para darle un nuevo sentido a la cotidianeidad. Basta con sentarse cómodamente en nuestro sillón de preferencia, vaciar la mente de todo pensamiento y entregarse sin reservas a ese mundo por descubrir que la “caja mágica” nos ofrece.<span style=""> </span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">Porque sí, en realidad toda la acción consiste en dos simples pasos: primero, debe uno relajarse en cualquier superficie horizontal, o cuasi horizontal que nos permita estar cómodos; segundo, presionar el pequeño botón rojo y <i>voilá</i>, estamos listos para olvidarnos del aburrimiento. Y es que la televisión es tan maravillosa que ni siquiera tenemos que tomar la decisión de “descubrir” lo que nos ofrece. Sólo basta con quedarnos allí, mansamente sentados esperando a que ella nos muestre lo que tiene para decir. Podemos quedarnos allí, entreteniéndonos con los contenidos, a veces soltar alguna risa, a veces fruncir el seño, hasta que alguien entra en la casa y mascullamos un saludo distraído; se cruza alguien en el camino y lo apartamos molestos; llega la hora de preparar la comida, pero lo posponemos en favor de ese programa “que ya termina”, hasta que algún grito nos sobresalta y nos damos cuenta del mundo alrededor. Pero la rutina se repite día a día, mes a mes, y cuando tocan el timbre, ya no sabemos de dónde proviene; los gritos se confunden con aquellos en la televisión; la noche y el sueño dejan de existir, puesto que el día es eterno en la tevé. Y así como es eterna nuestra vigilia, nosotros también nos sentimos eternos, como las personas que vemos frente a nosotros, que en un punto dejan de ser meras imágenes en una pantalla. Así nos damos cuenta de que estamos siendo descorteses, de que nunca les dirigimos la palabra a aquella gente que toda nuestra vida creímos que estaba tras un cristal, y cuando uno de ellos, sonriente, nos devuelve el saludo, finalmente nos sentimos en casa.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">Entonces un día, cansados de tanta actividad, volvemos a presionar el botón rojo para relajarnos un rato y mirar la realidad. Hay que tener cuidado, sin embargo, porque como dicen en la tele: la realidad puede volverse adictiva si no se mide su uso.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">Camila Verdugo<br /></span></p>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-18262836006279754482010-09-27T14:02:00.000-07:002010-09-27T14:03:14.004-07:00Instrucciones para decir la verdad<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Antes que nada resulta necesario aclarar que el objeto con el que nos enfrentamos es de carácter muy taimado. Es importante no enfurecerlo mediante prácticas tales como el discurso rebuscado y vueltero, las mentiras piadosas (que son las más crueles) y la adjetivación innecesaria. La utilización de cualquiera de estos recursos sólo provocará que nuestra tarea se torne digna de un Hércules, puesto que la lapicera no querrá escribir. La verdad es clara, simple, y transparente como un cristal. No necesita de adjetivos que inútilmente intenten embellecerla, puesto que ya es hermosa. Y la verdabic lo sabe. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Para escribir una buena verdad, de esas que no ofenden, pero sí incomodan, debe sujetarse la lapicera por el talle, aproximadamente a unos tres centímetros de su boca. Sujetarla demasiado cerca nos haría parecer muy ansiosos; demasiado lejos, cautos en exceso. Luego, debe vaciarse la mente de todo pensamiento ficticio. Lo verosímil no tiene cabida en la dimensión de lo verdadero, por lo que también está prohibido pensar en cualquier obra de ficción, género distorsionador de la verdad por excelencia. Es inútil también reflexionar acerca de qué es la verdad. Para eso están los filósofos y epistemólogos, cuyas eternas discusiones son motivo de risas y burlas por parte de las verdabics. Resulta imperativo desencapuchar la lapicera antes de realizar las operaciones mencionadas.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Una vez despojada nuestra mente de todo pensamiento no verdadero, y una vez tomada la verdabic firmemente y con resolución, debe acercarse la lapicera al papel donde se escribirá (preferentemente de un blanco mate, ni muy opaco ni muy brillante, nunca amarillo) y dejar que el trazo fluya. Después de todo, una verdabic sabe cómo hacer su trabajo.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><br /><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US"></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Camila Verdugo<br /></span></p>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-74256294562000197222010-09-27T14:00:00.000-07:002010-09-27T14:02:18.819-07:00Verdabic<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; font-family: arial;"><span style="font-size:100%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%;" lang="EN-US">Un día caminando por la calle una paloma me arrojó una lapicera Bic azul, que convenientemente servía para escribirle a mi tía acerca del crimen de Morón.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; font-family: arial;"><span style="font-size:100%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%;" lang="EN-US">Llegué a casa<span style=""> </span>y me puse a escribir plácidamente, feliz de haberme ahorrado el peso con cincuenta que costaba la Bic. En mis intentos por enflorecer la historia para hacerla más emocionante, decidí incluir algunos detalles que estrictamente no tenían tanto que ver con los hechos reales. Todo sea por el entretenimiento de mi tía.</span></span></p> <span style="font-size:100%;"><span style="font-size: 11pt; font-family: arial;" lang="EN-US">Pero la lapicera me jugó una mala pasada: al momento de trazar las palabras “mentirosas” ésta se rebeló contra mi mano, ejerciendo una fuerza descomunal para evitar que continuase escribiendo. Y así nos entablamos en una pulseada desesperada: yo forcejeaba por mi versión sensacionalista, mientras que ella forcejeaba por la verdad. Debo confesar que primero me enfurecí ante el hecho de que un objeto ideado para servir al hombre intentara imponer su voluntad por sobre la mía, pero luego reflexioné y acepté la justa causa de la pobre lapicera, que lo único que quería lograr era que mi tía recibiera los hechos tal cual habían sucedido, que por más que resultaran aburridos, eran los hechos verdaderos al fin.<span style=""> <br /><br /><br /><br /></span></span></span><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--><span style="font-size: 10pt; font-family: Arial;" lang="EN-US">Bruno Volpe y Camila Verdugo</span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="EN-US"><span style=""></span></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-24348005243481828292010-09-27T13:57:00.000-07:002010-09-27T14:00:22.549-07:00Contraindicaciones para anteojos<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family:Arial;">Abrir el estuche y tomar, en forma de pinza con los dedos índice y pulgar, la unión de las dos partes del objeto, que separa simétricamente, marco, lentes y patillas. Colocar lentamente sobre el rostro, precisamente frente a los ojos, apoyándolo sobre la nariz y acomodando los extremos, las patillas, sobre las orejas.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family:Arial;">Con respecto al trabajo de los cristales, particularmente dependerá su graduación de la inocencia de su portador.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family:Arial;">Hay distintos niveles. En los casos de cinco a diez, su médico de desconfianza recetará aquellos cristales que permitan observar el mundo con un nivel de realidad menor, donde la vida será distorsionada en mayor medida.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family:Arial;">En caso contrario, donde la ingenuidad/inocencia sea menor, mayormente se recetará<span style=""> </span>la graduación correspondiente a los niveles cero a cuatro, permitiendo que lo percibido contenga mayor correspondencia con la realidad.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family:Arial;">En muy pocos casos las lentes son neutras, la mayoría de los portadores ruegan a sus médicos altas graduaciones para sus anteojos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><br /><span style="font-family:Arial;"></span></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--><span style=";font-family:Arial;font-size:12pt;" ><span style="font-size:100%;"><span style="font-family: arial;">Ignacio Tedeschi y Agustin Ariztegui</span></span><br /></span></p>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-37021945837870392142010-09-27T13:55:00.000-07:002010-09-27T13:57:45.339-07:00Una mirada distinta<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Salgo de la óptica de Carlos con mis nuevos lentes. No son unos lentes cualquiera. Ni bien me los pongo noto la diferencia. La calvicie de Carlos se hace más pronunciada, y su pálido tono de piel, ahora tiene un bronceado perfecto. No es que ahora vea mejor. Ahora veo distinto. Mi amigo Lucho me recomendó por experiencia personal, el uso de estas lentes, y luego de consultarlo con mi médico, finalmente hoy puedo ver con ellos otra realidad.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Es un día hermoso, el sol brilla en lo alto, sin embargo tengo mucho frío. Me pongo mi campera, y me dirijo a la parada del colectivo. Espero impaciente la llegada del 29. Tengo que encontrarme con mi novia y estoy atrasado. Por fin llega el colectivo. Subo, pago mi boleto. Observo con indignación a una mujer embarazada viajando de pie. A la pasada expreso mi indignación por la situación esperando que algún caballero ceda su asiento. Esto no ocurre, y para colmo la dama se ofende. Me mira como sin entender mi comentario, al igual que los hombres sentados. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Luego de un buen rato de viaje, observo preocupado mi reloj, pero para mi sorpresa y alivio, veo las agujas indicándome que estoy llegando temprano. Por la ventana veo calles y edificios que nunca antes había visto en tantos años de viajar en el 29. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Unos minutos más tarde, una joven me pregunta si me voy a sentar, y señala con su mano el asiento que se encuentra delante de mí. Como claramente observo a un anciano sentado en ese lugar, niego con la cabeza a la muchacha, quien se abre paso y se sienta en la falda del viejo, dejándome boquiabierto.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Harto de este viaje de locos, y con tantas ganas de ver a mi novia, veo por la ventanilla el bar donde habíamos acordado encontrarnos. Toco timbre, y desciendo apresurado. Al volver a ver mi reloj, noto que esos últimos minutos en el colectivo habían pasado volando, estaba llegando tardísimo.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Llego al bar y no encuentro a mi novia. Quizás se cansó de esperar. Observo a mi alrededor y la veo. Alejándose del bar por la vereda de enfrente. La miro y contento descubro que está más linda que nunca. Parece la protagonista de una película de Hollywood. Me fijo atento al semáforo. Tengo paso. Corro hacía la senda peatonal para alcanzarla. Apenas pongo ambos pies sobre el asfalto un auto me golpea y caigo sobre la calle con un dolor terrible. La gente se me acerca. Me rodea. Muchos curiosos y otros realmente preocupados.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Mi accidente llama la atención también de mi novia, que se acerca, pero parece no reconocerme. Un poco de sangre brota de mi ceja izquierda y cae sobre mi ojo. Un hombre me quita los anteojos, cuyos cristales se habían astillado.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Miro a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en algún barrio que no conozco. Vuelvo la vista a mi novia, y ya no es ella, es otra. No parece ya un actriz Hollywoodense, y ni siquiera es mi novia, sino una completa extraña. Busco en mi bolsillo un pañuelo para limpiar la sangre, pero solo encuentro el boleto del 29, que para mi sorpresa, no era del 29, sino del 60.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><br /><span style="font-family: Arial;"></span></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><br /><span style="font-family: Arial;"></span></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Agustin Ariztegui<br /></span></p>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-84603589193938258712010-09-27T09:34:00.000-07:002010-09-27T09:35:26.775-07:00Miedo<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Tengo la suerte de poder afirmar que en mi infancia el miedo no fue un sentimiento recurrente. Pero por supuesto, como todas las personas (porque el miedo forma parte de ser humano), lo he sentido. Sin embargo, la primera imagen que surge al tratar de invocar tan angustioso sentimiento no es tal vez la más obvia, de los robos que tuve que vivir en mi propia casa; sino otra, que ni siquiera tuvo que ver conmigo directamente: el fuego. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">No recuerdo mi edad exacta, pero la estimo en 6 o 7 años. Era muy común que mi familia pasara los domingos en el departamento de mis abuelos paternos, en la Avenida Libertador. También era muy común que a la tarde subiera a la terraza, acompañada de algún mayor, para asomarme y ver los árboles desde arriba. Una tarde de domingo me encontró en esa misma terraza, como tantas otras, pero esta vez recuerdo notar algo extraño, un olor intenso que llamó mi atención y me hizo volver la mirada hacia arriba y ver con asombro el cielo manchado de negro. Recuerdo preguntarle a quien sea que haya estado conmigo en ese momento qué era esa nube de humo oscuro, espeso, interminable; por qué estaba ahí. Me contestaron que se trataba de un incendio.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Nunca había visto un incendio antes, por lo que la situación me llenó de curiosidad, y bajé corriendo desde la terraza hasta el departamento, y les avisé a todos lo que ocurría. Momentos después escuchamos el fuerte sonido de una sirena que se acercaba, y me dijeron que se trataba de los bomberos. Mi curiosidad ya no podía ser mayor, por lo que salimos todos del edificio para ver dónde estaba el dichoso incendio.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Como dije, nunca había visto un incendio antes. Mis ojos se abrieron como platos cuando llegamos a la vereda de enfrente de la casa de una de las calles aledañas, que estaba envuelta en humo negro. Algunas llamas salían de las ventanas y la casa entera irradiaba un calor amenazante que hacía que uno se mantuviera alejado. El camión de los bomberos cortaba la calle y ya se encontraban trabajando. Mi papá o mi mamá me tenía en brazos, en medio de un grupo de vecinos curiosos, y yo miraba y no dejaba de mirar, y recuerdo la angustia que me produjo ver el humo, el fuego, la madera que crujía. Pero no estaba angustiada por las personas, dinero o elementos valiosos que pudieran correr peligro, no. Me preocupaba lo que pudiera pasarle al jardín, a las plantas, pobrecitas, que no se quemen y recuerdo desear que se plantaran más árboles para que limpiaran el cielo de todo el humo feo que salía. Y que por favor no le pasara nada a los árboles. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Finalmente nos fuimos, y luego nos enteramos de que nadie había salido herido y que habían tardado unas horas en apagar el fuego por completo. Aún no encuentro explicaciones racionales que respondan al por qué de mi angustia en ese momento; sólo sé que durante muchos meses, cada vez que me quedaba a dormir en lo de mi abuela, soñaba con ascensores en llamas.</span></p> <span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="EN-US">Todavía no se qué fue del jardín de la casa. O de los árboles.<br /><br /><br />Camila Verdugo<br /></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-54168910668055191042010-09-27T09:25:00.000-07:002010-09-27T09:33:30.363-07:00El árbol de los murciélagos<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Encontrar algo que me haya dado miedo en la infancia me costó un buen tiempo, y aún así no lo pude hallar ciertamente. Me es muy difícil recordar el miedo verdadero que pude haber sentido muchísimas veces, ya que hoy lo siento tan lejos, que cualquier situación de esa índole me resulta complicado relacionarla con el miedo. Es por eso justamente, que mi historia no es precisamente de miedo. </span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Mi recuerdo comienza a esa edad que uno no es capaz de recordar, pero que más adelante, nuestros parientes se encargan de contarnos. Cuando yo era tan sólo un bebé, y vivía en el mismo edificio que ahora, pero nueve pisos más arriba, en un pequeño departamento del piso once, mientras dormía plácidamente, un murciélago ingresó por la ventana aterrando a mi madre.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Mi padre cuenta que atrapó al animalito con las cortinas, y agrega siempre que nunca vio un bicho con cara tan fea como ese.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Será esto que me contaron desde niño, lo que produjo que años más tarde, ya habiéndonos mudado al segundo piso, me mantuviera despabilado por un rato cada noche al irme a dormir. </span></p> <span style=";font-family:Arial;font-size:12pt;" ><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >Como dije en un principio, no creo que la situación deba ser caratulada como “de miedo”. La ventana del departamento daba, y aún da, a la calle, y había allí, y aún hay, un gran árbol. Recuerdo que me solía quedar despierto un buen rato, acostado en mi cama, mirando a través de las cortinas de la ventana las sombras de las hojas del árbol, que al moverse las ramas por el viento, parecían una bandada de murciélagos volando todos juntos. La verdad es que no era miedo realmente lo que sentía, pero siempre me quedaba mirando las sombras, pensando en la posibilidad de que alguna fuera un murciélago, hasta que decidía dejar de prestarles atención y dormirme.<br /><br /><br />Agustin Ariztegui</span><br /></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-76688497742060274092010-09-27T09:17:00.000-07:002010-09-27T09:19:35.338-07:00El buen policía<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="Sinespaciado" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;" lang="ES-AR">Todavía era de noche cuando llegué a su habitación, esto aún me lastima la conciencia, ya que de haber llegado unos momentos antes me habría visto cara a cara con el asesino. Su reloj de pulsera estaba roto y marcaba las 5.37 de la mañana, murió mientras la luna seguía alumbrando las calles, aunque sea unos minutos antes de que amanezca. El inspector general Fontaine tuvo serias dudas al asignarme este caso, todo porque yo conocía a la victima cuando estaba viva. En la policía tenemos ciertos códigos de los cuáles uno de ellos es evitar que los lazos personales se mezclen con el trabajo, pero Fontaine me conoce hace mucho tiempo y sabía que aunque no me asigne el caso yo me las habría ingeniado para investigarlo de todos modos. Prefirió darme el derecho de hacerlo por las buenas y sin inconvenientes. Al fin y al cabo soy un buen oficial que siempre cumple con su deber.</span></p> <p class="Sinespaciado" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;" lang="ES-AR"><span style=""> </span>Martin era un amigo muy cercano de mi hermano, que conocí gracias a este último. Era una persona de hábitos no muy comunes, digamos raros, no de una manera sospechosa <span style=""> </span>sino que se pasaba la mayor parte del día durmiendo y vivía por las noches, pero en mi cabeza no podía encontrar ninguna razón<span style=""> </span>para que alguien estuviera interesado en matarlo. Trabajaba en una pequeña talabartería del centro que no debía recibir más de 3 clientes al día, tenía buena relación con su jefe y hasta donde yo sabía con su familia y amigos. Recuerdo que teníamos muchas cosas en común, nos gustaban prácticamente los mismos libros y películas, ambos simpatizábamos por <span style=""> </span>Boca Juniors y<span style=""> </span>nos gustaban más las morochas que las rubias. En fin, nada de lo que se me venía a la cabeza me llevaba a algún posible motivo de su muerte, por lo tanto vi que tenía que concentrarme más e investigar detenidamente el caso. Decidí averiguar que había sido de su vida en la última semana (que por cierto no tuve contacto alguno con él excepto una llamada de un minuto) y si podía sacar algún dato importante de la escena del crimen.</span></p> <p class="Sinespaciado" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;" lang="ES-AR"><span style=""> </span>Encontramos su cuerpo tirado en el living, con un disparo mortal en la cabeza. Su reloj se debe haber roto en la caída, ya que por lo visto su cuerpo cayó sobre el brazo. La policía se enteró de su muerte por una llamada anónima, de una persona desesperada. Que la llamada haya sido anónima me pareció realmente muy extraño, por lo que deduje que el asesino seguramente la había efectuado, la razón de esto no la pude confirmar pero seguramente fue una movida estratégica para distraernos o simplemente por un fuerte cargo de conciencia.</span></p> <p class="Sinespaciado" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;" lang="ES-AR"><span style=""> </span>El primero en llegar fue un oficial que de jueves a domingo patrulla esa cuadra, a 2 casas del edificio de Martín hay un bar muy concurrido y popular que requiere vigilancia, el segundo en llegar fui yo, que casualmente estaba circulando por la zona, venía de reconocer un cadáver en la morgue (un accidente de autos, una niña falleció, muy triste, no lo merecía). La única pista concreta era la bala de magnum 42 que retiraron los médicos de su cabeza. La teoría del suicidio fue la primera en ser descartada, no había armas en la casa y la posición final del cuerpo hacía imposible que Martín sea su propio asesino. Lo más llamativo era la desaparición de su documentación, dimos vuelta la casa sin encontrarla. Conociendo a Tincho la pudo haber perdido hace meses en cualquier lugar de la ciudad, sin embargo me llamaba la atención. En el departamento la entrada estaba intacta, por lo que deduje que el asesino contaba con la confianza de Martin o bien tenia directamente una llave, lo cual era dudoso. Me estaba enfrentando a una gran mente criminal o bien con alguien que se movía dentro del círculo de conocidos de Martin, alguien oculto debajo de mi nariz.</span></p> <p class="Sinespaciado" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;" lang="ES-AR"><span style=""> </span>Como ya mencioné anteriormente, la última vez que tuve noticias del asesinado fue hace unos días, con la breve llamada. Estoy empezando a pensar que esa llamada fue de vital importancia para el caso. Me llamó por la tarde, estaba muy acelerado y emocionado. Simplemente dijo: Me voy a Inglaterra, todavía no lo puedo creer, en persona te cuento bien, pasate dentro de dos días por casa a tomar unos mates adiós. Cortó al instante sin darme chance de contestarle. Sentí un gran enojo hacía Martin, llamarme de esa manera para contarme algo tan importante pero no me dejo ni hablar, además de que se había robado mi idea, sí, era mi idea hacer un viaje para conocer Inglaterra, una cultura que yo siempre admiré y se lo hice saber a Tincho, no sé para qué, me estoy arrepintiendo ahora. Él ya me había comentado que andaba con ganas de hacer un cambio en su vida, estaba aburrido de la monotonía de su aburrido trabajo y de las personas con las que compartía. Mencionó que quería hacer un cambio radical en su vida. Nunca me imaginé lo del viaje, además de que siempre andaba con ideas sueltas, de las cuales no cumplía ni la mitad, por lo que no le di mucha importancia.</span></p> <p class="Sinespaciado" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;" lang="ES-AR"><span style=""> </span>Después de haber cortado con Martin llame rápidamente a mi hermano, para ver si sabía algo de lo que me había comentado nuestro amigo. Lo escuché bastante sorprendido por la noticia, no sabía nada del viaje, pero lo que sí me pudo comentar es que le parecía raro que no me haya invitado, ya que conocer las tierras británicas era mi gran sueño, y Martin lo sabía.</span></p> <p class="Sinespaciado" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;" lang="ES-AR"><span style=""> </span>Fontaine me llamó al día y medio después de empezada la investigación, me preguntó si había averiguado algo. Le expliqué lo del viaje a Inglaterra y mi teoría de que ese viaje era lo único que no me cerraba del caso, que seguramente tenía alguna relación con el asesinato. Después de describirle la situación general decidí comentarle a quienes tenía como sospechosos. No sé bien porque le dije lo que le dije, pero le comenté que tenía dos posibles asesinos. El primero era mi hermano, por ser una de las personas enteradas del viaje, naturalmente el otro sospechoso era yo. Me dijo que estaba diciendo tonterías, que cometió un gran error al darme el caso desde un principio. Sin embargo sé que llamé su atención. Conociéndolo desde hace años se lo que hará. Por precaución me vigilará a mí y a mi hermano, y revisará nuestros respectivos hogares.</span></p> <span style="font-size: 11pt; line-height: 115%; font-family: Arial;" lang="ES-AR"><span style=""> </span>No me debe quedar mucho tiempo, seguro ya revisaron la casa de mi hermano por lo que voy a ir cerrando esta carta. Durante los dos días que tuve entre que recibí la llamada de Martín y lo fui a visitar a su casa no pude dejar de pensar lo injusta que era la vida. Yo que trabajo todos los días como un burro, trabajando en casos horribles que no me dejan dormir, y para colmo por un salario de cuarta, mientras que Martin vivía a contramano del mundo, acomodado por su familia en un trabajo que no le exigía ni 6 horas diarias. El tenía la posibilidad única de hacer un viaje, y no solo un viaje sino que cuando lo vi cara a cara me contó que se mudaría para allá, que una tía suya le daría trabajo y un techo. Ni bien escuche eso perdí el control. Soy policía y cumplí con mí deber, pero no con la ley, tan solo quise terminar con un acto de injusticia. Al lado de esta carta encontraran una magnum 42, con el cargador casi lleno, le faltarán dos balas. También encontrarán un pasaje de ida a Londres con documentación falsificada. Pensé en usar el pasaje pero recordé nuevamente que era policía, y debía cumplir con mi deber de acabar con el asesino.<br /><br /><br />Bruno Volpe<br /></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-90246344159142455882010-09-27T09:04:00.000-07:002010-09-27T09:07:08.061-07:00Al filo<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Era una hermosa tarde de principios de septiembre, en esa época del año en que los rayos del sol comienzan a dar batalla al frío del invierno. Eva estaba terminando de secar los platos, lo que significaba que sus tareas del día habían terminado. No era necesario preparar la cena hoy, puesto que su marido se encontraba de viaje, y los chicos volverían tarde de la Universidad. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Estaba de muy buen humor. No había tenido que soportar largas colas en el mercado, la lluvia que había estado cayendo sin piedad desde la semana pasada había cedido, y la novela del mediodía había presentado un desenlace impresionante. Además, la tarde era ideal para acurrucarse con un libro en el sillón del living y darle un cierre perfecto a un día igualmente perfecto. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Hacía media hora que Eva estaba leyendo, y se encontraba totalmente compenetrada cuando tres fuertes chirridos del timbre la hicieron saltar del asiento. Molesta por la interrupción, y teniendo en cuenta que no estaba esperando a nadie, decidió tomarse su tiempo, y lentamente señaló la página que estaba leyendo, se calzó los zapatos y salió del living. Pero al llegar a la puerta, descubrió que no había nadie del otro lado. Decidió que no debía ser nada de importancia, puesto que de otro modo, la persona se hubiera quedado, o insistido. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Al día siguiente, mientras zurcía una camisa de su marido, volvieron a oírse los tres timbrados. Eva se dirigió hacia la puerta y por la mirilla divisó a un joven desconocido, de aspecto pulcro, si bien algo excesivamente prolijo, como una de esas personas obsesionadas con el orden. Aquel hombre le resultó levemente familiar, aunque no podía decir con exactitud si realmente lo había visto antes o no. Se disponía a abrir la puerta cuando el hombre se volvió a un lado, y Eva pudo ver, atemorizada, que tenía un cuchillo en sus manos. Inmediatamente se apartó de la puerta y fue corriendo hacia el living, donde se sentó en el sillón, presa de un temor intenso. ¿Qué podría llegar a querer de ella un hombre así? ¿Quería robarle? ¿secuestrarla? O tal vez, tal vez, estaba buscándola. Si no, no hubiera ido a su casa dos veces seguidas, y a la misma hora, incluso. Seguro que sabía que se encontraba sola, que su marido volvería tarde, que sus hijos se encontraban en la Universidad, y que su vida ahora era tranquila, que se encontraba indefensa. Lentamente se dirigió hacia la ventana del living, desde donde se puede ver la puerta de calle, y vio aliviada que el hombre ya no se encontraba allí. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US"> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Esa noche no le contó nada a su familia. Decidió que no valía la pena preocuparlos y durmió tranquila, convencida de que sólo estaba paranoica porque los tres timbrados le traían malos recuerdos. No había motivos para que hubiera una conexión, ya que, ¿a quién se le ocurriría buscarla aquí, de entre todos los lugares en el mundo? </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Sin embargo, al día siguiente, Eva comenzó a sospechar. Durante el almuerzo, sus hijos le informaron que habían sido los ganadores de un viaje de estudios a Estados Unidos. Su alegría era inmensa, ya que la posibilidad de obtener la beca para el viaje era muy pequeña, y más aún que ambos la hubieran ganado. Eva disimuló su sorpresa con una sonrisa maternal. Al fin y al cabo, no era una mujer que creyera en las casualidades; una vida de inventar coincidencias y vueltas del destino la había hecho creyente devota de que todo, absolutamente todo, ocurre por una razón.<span style=""> </span>Sus hijos partirían al día siguiente. Al parecer, un imprevisto había surgido con los pasajes, y el vuelo tuvo que ser adelantado. No tuvo más remedio que dejarlos ir.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Los tres timbrados volvieron al sonar al día siguiente, y Eva Miller empezaba a encontrar la situación extrañamente familiar. Un déjà vu que la tenía paralizada y le impedía pensar con claridad. Nuevamente, no atendió el llamado. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Cuando su esposo volvió a casa esa noche le informó que un negocio imprevisto había surgido en otra ciudad, y que debía viajar allí urgentemente. No supo explicarle bien de qué trataba el negocio, porque aparentemente ni él mismo sabía todos los detalles; sólo que era urgente y que una gran cantidad de dinero estaba involucrada. Cuando se quedó sola en la cama a la mañana siguiente, Eva Miller abrazó sus rodillas, y sintiéndose indefensa, lloró. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US"> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Los días pasaban y Eva recibía noticias de su esposo e hijos. Cuando le preguntaban cómo estaba, ella decía que nada nuevo había ocurrido, que seguía yendo al club a tomar el té con sus amigas todos los miércoles. Nada les contaba acerca del hombre que, persistentemente todos los días a las seis de la tarde llamaba a su puerta, con un cuchillo en la mano. A veces se iba rápidamente, como si algo lo apurara. Otras veces, se quedaba un tiempo contemplando la casa, como buscando algo en especial. En una oportunidad especialmente alarmante, Eva Miller lo vio estirarse, como cansado, mirando a un lado y luego al otro. Un auto pasó a buscarlo inmediatamente. Lo que había presenciado la dejó presa de un ataque histérico. Sólo ella y Kaz sabían lo que esa secuencia significaba. No le quedaría más que una semana.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Eva Miller no dormía, y cuando lo hacía, soñaba con amenazas, planes, secuestros y torturas. Con un mayordomo defendiendo las pertenencias de su ama. Con un collar de esmeraldas y un cuchillo de mango azul. Soñaba con Alaska, y soñaba con Kaz, y todo lo que eso implicaba. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Una semana había transcurrido desde el primer episodio, y ella no había abandonado la casa. La incertidumbre la aquejaba y le oprimía el pecho. No encontraba explicaciones a lo que estaba pasando; había tomado todos los recaudos posibles para no ser molestada nunca más. Se había esfumado como sólo ella sabía hacerlo, ya nada quedaba de si antigua vida, sólo el collar. Si ese hombre lo sabía, si había venido a buscarla con la esperanza de que cediera a la presión, ella no sería quien le daría el gusto. Amaba a su nueva familia y no iba a permitir que ni él ni nadie le quitara la vida soñada en las montañas que con tanto esfuerzo había logrado conseguir. Iba a ponerle un fin a todo esto, porque al fin y al cabo, si había podido hacerlo una vez, ¿por qué no una segunda?</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US"> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Al día siguiente, Eva Miller había tomado su decisión. Esperó resuelta, sentada en el living, a que el hombre llegara. Pero pasaron diez, quince, treinta minutos. Luego una, dos, tres horas, y el timbre no sonaba; el hombre no daba señal alguna. Cuando ya había oscurecido, Eva Miller comenzó a reírse de su propia estupidez. ¿Cómo podría haber sido tan tonta? Nadie podría haberla seguido hasta este país tan lejano. Abrió la puerta de calle y salió entre carcajadas, como burlándose de ella misma y desafiando las circunstancias. La calle estaba desierta. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Se decidió a entrar nuevamente a la casa, para retomar su lectura de la semana pasada. Tal vez, en esta vida, las coincidencias eran realmente coincidencias. Nada tenía que estar condicionándolas. Pero antes de entrar nuevamente advirtió que había correspondencia en el buzón. Lo abrió y vio, con pavor, su propio cuchillo mango azul, el mismo que había utilizado en contra de ese joven mayordomo tantos años atrás, el mismo cuchillo que en ese mismo instante estaba sellando su destino. Estaba segura, no había error. Al fin y al cabo, ¿cuántas veces había puesto ella cuchillos en buzones, como para no estar consciente de su significado? Al amanecer del día siguiente, la banda la secuestraría, torturaría, y luego compartiría la misma suerte que muchos otros, que también habían cometido el error de desafiar a esas personas, pensando que se saldrían con la suya.<span style=""> </span>Pero Eva no iba a darles esa satisfacción. No iba a dejar que se burlaran de ella mientras le hacían sólo Dios sabía qué. Sacando su revólver del bolsillo de su delantal de cocina, se lo puso en la sien y con la satisfacción de que nuevamente había frustrado los planes de la banda, apretó el gatillo.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">El collar de esmeraldas alrededor de su cuello quedó cubierto de sangre una vez más, al igual que la nota detrás del buzón, que decía: </span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">“</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">Señora, estuve pasando todos los días luego del trabajo, pero no encontré a nadie. Quería devolverle el cuchillo de cocina que sus hijos me prestaron el fin de semana pasado. Se lo dejo en el buzón, a la espera de que lo encuentre. Saludos, Esteban</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="ES-AR">”</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial;" lang="EN-US">.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;">Camila Verdugo<br /></p>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-85538793365699460392010-09-27T08:59:00.000-07:002010-09-27T09:03:41.427-07:00Amenazas peligrosas<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Tras la puerta, podía escuchar como de costumbre, los ronquidos del Inspector Barrios. Era una mañana tranquila, con el frío habitual de una mañana de mediados de mayo. Golpeé la puerta, interrumpiendo el plácido sueño del inspector. Imaginé a Alejandro Barrios saltando sobre su asiento, y limpiándose algo de baba que colgaba de sus labios. Luego de despabilarse me hizo pasar.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>-“¡Rápido, rápido! ¿Qué pasa ahora?”- me gritó Alejandro con esa voz mandona que lo caracterizaba mientras ingresaba lentamente a la habitación. –“¿Ya empezamos desde tan temprano con los crímenes?.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Continué avanzando en silencio y me senté en una silla enfrente a la cara gorda y bigotuda de Alejandro. Soy un tipo bastante tranquilo, pocas cosas me alteran, una de ellas, el modo de tratar a la gente que tiene el inspector, que aquella mañana parecía tan irritable como siempre. Sin embargo, después de cuatro años de trabajar juntos en la comisaría nº 35, ya me había acostumbrado.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Mientras pensaba por dónde empezar, observé durante unos segundos la redonda cara de Barrios, con esos grandes anteojos de sol de color verdoso que cubrían sus ojos. –“Sí, señor. Empezamos temprano, así es la Argentina, los criminales no descansan.”- le dije. - “Ni la policía” – me interrumpió él – “Nosotros tampoco descansamos nunca, por culpa de ellos por supuesto.” En ese momento me vinieron a la mente los ronquidos que atravesaban la puerta antes de entrar al cuarto, y no pude evitar soltar una pequeña risa. – “¿Le parece gracioso lo que digo, Espíndola? ” – preguntó Barrios enojado – “Porque yo lo dije muy enserio, eh...deje de hacerme perder el tiempo, y cuénteme porque interrumpió mi siest..., eh, mi... trabajo.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">-“Bien.”- respondí con calma, aunque en realidad tenía ganas de ahorcarlo, y comencé a hablar –“Llamaron de una casa, hubo un asesinato. La víctima fue encontrada hace un rato, ya muerta, parece que era un<span style=""> </span>músico. Lo encontró uno de los miembros de su banda, cuando él lo pasaba a buscar para ir a un estudio de grabación. Ya enviamos al oficial Valente con algunos hombres al lugar.”-</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Demoró unos segundos pensando, si es que realmente este tipo es capaz de pensar, y finalmente respondió.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">- “ Póngase a trabajar ya mismo Espíndola, lo quiero en el lugar lo antes posible. “ – ordenó. Me levanté inmediatamente, incliné ligeramente la cabeza dando señal de haber comprendido la orden a la perfección, y me retiré a paso veloz.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>A pesar de la cercanía, decidí usar un patrullero para dirigirme a la escena del crimen. Allí me esperaba Joaquín Valente, un joven oficial despistado, amigable, con cara de bueno, siempre dispuesto a charlar.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>En el lugar cercado por una cinta policial, que habían colocado Valente y otros oficiales temprano, se encontraba uno de ellos interrogando al compañero de banda que había llamado a la policía al encontrar al músico muerto, otros hablaban con los vecinos buscando a alguien que hubiera visto u oído algo. A un lado de la acción policial se hallaban algunos familiares de la víctima, llorando desconsolados, excepto por un señor alto que miraba con cara de enojo y amargura entremezclados,<span style=""> </span>mientras un camarógrafo trataba de obtener una imagen conmovedora de ellos, y la conocida periodista del canal 5, Laura Nadal, introducía la nota. Por su parte Valente trataba de alejar a los curiosos, y a algunos pocos seguidores de la banda que se habían enterado por las noticias. En ese momento el oficial notó mi presencia. Joaquín se me acercó con cara seria, pero pocos centímetros antes de llegar a mí soltó una sonrisa simpática. Nuestra relación siempre fue buena, sin embargo nuestra amistad no pasaba más allá del horario de trabajo. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">El oficial me explicó lo poco que había averiguado hasta el momento. La víctima se llamaba Marcos Delgado, y era el cantante y guitarrista de una banda local, “Los pasajeros”. Su compañero y amigo, Milton Pilsen, lo halló muerto a las siete menos diez aproximadamente, cuando lo pasaba a buscar con el auto para ir al estudio de grabación, donde tenían planeada una larga sesión ese día.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Milton tenía una gran amistad, con Marcos, por eso tenía un juego de llaves de la casa, que utilizaba cada vez que él se quedaba dormido. Marcos no tenía horarios, solía quedarse hasta cualquier hora leyendo, componiendo, o escuchando música, sin importarle que al otro día debiera levantarse temprano. Así se hizo normal que Milton entrara con su juego de llaves a la casa y lo tuviera que sacar en persona de la cama, el sofá o cualquier lugar de la casa donde Marcos terminaba quedándose dormido.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Marcos yacía en el suelo de la cocina, un lugar poco usual para quedarse dormido, pensó Milton al verlo. Y más extraño aún le pareció el puñal clavado en su pecho que observó segundos más tarde al acercarse al cuerpo de su amigo. Rápidamente corrió al teléfono y llamó a la policía. Cuando Valente llegó, Milton estaba con la cara pálida, sin comprender lo que ocurría. La casa estaba toda revuelta, había unos cuantos platos sucios en la pileta, ya que sus padres habían ido a cenar a su casa esa noche. Faltaban unas guitarras y una suma importante de dinero que Marcos estaba ahorrando para grabar su disco solista. – “ El revuelo y las cosas faltantes parecerían indicar que fue un simple robo, luego que sus padres se fueran bien entrada la noche, el o los ladrones ingresaron a la casa creyendo que los propietarios dormían, pero al encontrarlo despierto en la cocina tuvieron que matarlo” – concluyó Joaquín.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Estaba de acuerdo con el oficial, pero debía investigar un poco por mi cuenta, para estar seguro de no cometer ningún error que me pudiera costar el puesto.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Ya eran las doce del mediodía, el estómago me rugía después de haber estado todo el día sin comer nada, y en ese instante dos de los músicos restantes de la banda, hicieron su aparición en la casa de su amigo fallecido. Se me acercaron para preguntar los detalles de lo que había ocurrido. Luego de contarles todo lo que sabía al respecto del caso, les hice un breve interrogatorio. Por supuesto, ellos dijeron haber pasado la noche durmiendo cada uno en su respectiva casa (¿Y qué me iban a decir?¿Qué ellos lo habían matado?). Lo único que pude rescatar de lo dicho por los músicos, fue una fuerte discusión que habían tenido Marcos y Milton acerca de la falta de dedicación cada vez mayor de Marcos hacía la banda, que Milton relacionaba con el proyecto solista que ocupaba la mente de Marcos durante gran parte del día.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">-“¿Sería esto una razón suficiente para que una persona mate a su amigo?” - pensé. No, no parecía suficiente, pero podía ser un rastro de una relación que no andaba tan bien como parecía, y Milton tenía llaves de la casa, lo que le hubiera permitido entrar sin problemas, de hecho el fue el primero en verlo muerto. Eran muchas coincidencias, que llevaban a generar sospechas.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Decidí ir inmediatamente a ver a Milton, para hacerle unas preguntas. Bueno, no tan inmediatamente. Primero pasé por la parrilla de Don Jorge para alimentarme. – “ Sé que debe estar muy dolido por la muerte de su amigo, pero necesito hacerle unas preguntas de rutina “ – expliqué a Pilsen para que no notara que él era sospechoso del caso. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">- “ Ni se imagina lo que siento, dos amigos en unas semanas “ – contestó Milton secándose los ojos. – “¿Dos? “- pregunté sorprendido. Milton me contó que su amiga Nancy había sido atropellada por un auto la semana anterior. El conductor se había dado a la fuga. De repente sus palabras comenzaron a sonar como con eco y durante un buen tiempo permanecieron en mi cabeza rebotando. Pilsen me dijo que ella estaba saliendo con Marcos desde hacía años, pero a sus padres no les gustaba Nancy como novia para su hijo, y le exigieron a Marcos dejar de verla. Él se negó, pero al poco tiempo pensó que era mejor mantener la relación a escondidas de su familia para evitar discusiones que no llevaban a nada. También me comentó que el creía que el padre de Marcos los había visto juntos a pesar del intento de Marcos de mantener la relación oculta por lo que Nancy no se sentía cómoda.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">-“ En fin, parece que la suerte estaba del lado de la familia de Marcos, que se sacó de encima un problema cuando Nancy murió.”-</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Durante toda la conversación, la cara triste de Milton y sus ojos llorosos, me hicieron olvidar que estaba hablando con un sospechoso. Al reaccionar, me encargué de realizar el correspondiente interrogatorio.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Tras las preguntas que hice al sospechoso, la investigación volvió a la hipótesis original del robo. Milton vivía con su hermano, quien podría servirle de testigo de que pasó la noche durmiendo, si bien podría haberse fugado sin despertarlo. También aseguraba que el encargado del edificio, y unos vecinos lo habrían visto salir del edificio esa mañana para buscar a su amigo. Horas más tarde el oficial Valente iría a su casa para interrogar a los testigos. Tanto su hermano, como el encargado y los vecinos, confirmarían la versión de Pilsen.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Al día siguiente, el inspector Barrios me llamó para ponerse al tanto del caso. Le conté con lujo de detalle todo lo que habíamos averiguado sobre el caso, incluyendo la muerte de la novia de Marcos una semana antes, la discusión por su carrera como solista, razones por las cuales me resistía a cerrar el caso por el momento.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">-“¡No fantasee Espíndola! ¡Es un robo! ¡Un robo y nada más!”- contestó furioso Alejandro, apenas terminé de hablar.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Traté de defender mi teoría de que algo raro había detrás del asunto, pero no tenía certezas de nada, hasta estaba bastante desorientado de lo que podía haber ocurrido y para colmo Barrios es terco como una mula.<span style=""> </span>Terminé dejándome vencer por la fuerte personalidad de mi superior, que claro está, tendría la última palabra.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Obligado a cerrar el caso, me retiré hirviendo de impotencia. Pero mientras caminaba por los pasillos se me ocurrió una solución alternativa al enigma. Algo que se me había cruzado por la mente mientras Milton hablaba sobre la relación entre Nancy y la familia de Marcos. Sus padres habían estado esa noche cenando en su casa podrían haberlo matado y luego irse tranquilamente sin levantar sospechas. ¿Pero porqué? ¿Cuál podía ser el motivo para matar a su propio hijo? No encontraba respuestas y las necesitaba rápido, antes de que se cerrara el caso. No perdí un segundo más, y siguiendo a la primera idea que pasó por mi cabeza, esa que había estado haciéndome eco antes, fui a la casa de los padres de Marcos.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Eran las once de la mañana aproximadamente, cuando llegué al lugar. Toqué timbre y esperé impaciente, como si cada segundo que pasaba me alejara irreversiblemente de la resolución del crimen. Me pareció haber esperado una eternidad allí en la puerta, aunque en realidad fue tan sólo un minuto.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">La puerta se abrió y salió una señora mayor, de apariencia dulce, con un rostro que reflejaba la angustia que sentía a kilómetros. –“¿Ella es mi sospechosa?¿La última posibilidad de encontrar un culpable cae en esta pobre señora dolorida por la muerte de su hijo?” – pensé desilusionado. No era la cara de un asesino, pero no podía confiarme.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">La mujer me hizo pasar al interior de la vivienda. Me ofreció algo para beber, pero rechacé la oferta cordialmente. Su esposo había ido a trabajar a la pequeña empresa metalúrgica de la cual era dueño. Traté de que el interrogatorio no pareciera estar buscando en ella al culpable, la señora estaba muy dolida y no tenía realmente nada como para incriminarla, por lo que debía ser cauteloso.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Luego de un buen rato de conversación, seguía sin conseguir pista alguna sobre el asesino. La dama se pasó un buen rato contando historias de la infancia, la adolescencia y la corta adultez de su hijo muerto. Le pregunté acerca de la noche del homicidio, y la señora narró lenta y detalladamente desde el comienzo de aquel trágico día, hasta la despedida final luego de la cena en la casa. Era como si cada recuerdo de ese día le devolviera el alma, de solo pensar que su hijo aún vivía.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Al parecer había sido una cena tranquila, íntima, los tres solos, ya que hacía tiempo que no se veían de esa manera. Poco pude rescatar. Me llamó un poco<span style=""> </span>la atención que no hubieran tocado el tema reciente de la muerte de Nancy, aunque no era tan extraño si es que la relación era desconocida por los padres, y en caso de que fuera cierta la sospecha de Milton de que el padre los habría visto juntos sería lógico que de cualquier manera hubieran evitado el tema. Lo que me llamó un poco más la atención fue la charla a solas que tuvieron padre e hijo en otra habitación, mientras la madre servía el postre. Ella no sabía de qué habían hablado, solo sabía que había unas cartas que su hijo había recibido que quería mostrar a su padre, no le interesó de quién eran y seguía sin interesarle. ¿Por qué era necesario hablar sin la presencia de la madre? ¿Le ocultaban algo? ¿Qué decían esas cartas y quién las había escrito?Todas estas preguntas pasaban por mi mente mientras la señora continuaba con su relato, que como todo relato de anciano se iba por las ramas cada dos por tres haciéndolo interminable. En la casa de Marcos la policía no había hallado cartas que estuvieran a mano. Interrumpí un momento a la mujer para preguntarle si su esposo se había llevado esas cartas. Ella contestó que no lo había visto llevarse las cartas, pero quizás las llevaba en el bolsillo de la campera.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>-“O por ahí se las llevó cuando volvió por su celular más tarde. Apenas llegamos a casa mi marido recordó que había olvidado su celular, y lo necesitaba al otro día para cerrar unas ventas, así que volvió a casa de mi hijo a buscarlo, yo me quedé en casa, estaba muy cansada por lo que me fui a dormir. “- concluyó la señora.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>Simplemente quedé atónito al escuchar esto último. Era la situación perfecta para asesinar a su hijo, y la razón, no cabía duda, estaba en las cartas. Ningún ladrón se hubiera llevado unas cartas. Y como éstas lo incriminarían en el asesinato, el padre de Marcos las retiró del lugar. </span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>Pedí disculpas a la mujer, y le expliqué que era inminente registrar la casa y encontrar esas cartas, allí podría estar la resolución de este crimen. La madre de Marcos se sorprendió, pero enseguida comenzó a ayudarme en la búsqueda de las cartas. Ella quería atrapar al asesino de su hijo, y por eso se dispuso a dar vuelta la casa con tal de hallarlas.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Luego de un par de horas buscando, finalmente las cartas aparecieron. Parecían estar escondidas para no ser halladas, una mala decisión ya que el contenido de las cartas era una evidencia clara. Destruirlas hubiera sido ciertamente más inteligente.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;">Horas más tarde el padre de Marcos introdujo su llave en la cerradura, abrió la puerta, y se encontró con unos cuantos policías apuntándole con sus armas. No hubo resistencia, solo un llanto desconsolado. Sabía que si lo estaban esposando, las cartas que Nancy le había mandado a su hijo contándole acerca de la amenazas de muerte que él enviaba advirtiéndole a ella que dejara de salir con su hijo, habían sido descubiertas. No hubo ni que interrogarlo, por su cuenta comenzó a confesar su crimen, como desahogándose de la culpa de haber matado a su propio hijo.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>-“Yo no pensaba matar a nadie”- empezó diciendo. Lo que en un principio era solo una técnica para alejar a la novia de su hijo de su vida, terminó siendo su condena. Él amenazaba a Nancy sólo para asustarla y que dejará a su hijo. Nancy asustada decidió avisarle a Marcos, antes de hacerlo a la policía. Marcos le habría explicado que su padre solo quería asustarla. Una semana más tarde Nancy estaba muerta. No había sido él, ni tenía nada que ver. Su hijo le mostró las cartas aquella noche para informarle a su padre que sabía lo de las amenazas, pero le prometió no decirle a la policía nada sobre ellas, pues no creía que él la hubiera matado. Su padre volvió a su casa, y en el camino no pudo dejar de pensar en la evidencia que su hijo poseía en su contra, y para asegurarse de que Marcos no entregara a la policía estas cartas, o llegaran a ella de alguna otra manera decidió regresar por ellas. Inventó la excusa del celular, que en realidad siempre permaneció en su bolsillo, y retornó a casa de Marcos. Una vez allí pidió a su hijo las cartas para destruirlas por las dudas de que por error llegaran a manos ajenas. Su hijo se negó, y le aseguró que permanecerían a salvo, y nadie las hallaría. Discutieron un rato en la cocina, forcejearon, y sin pensarlo dos veces tomó un cuchillo y lo clavó en el pecho de Marcos.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span><span style=""> </span>Desesperado, decidió hacer que pareciera un robo para despistar a la policía, tomo los ahorros de su hijo, algunas guitarras, y por su puesto las cartas, guardó todo en el auto, desordenó la casa, limpió las huellas del cuchillo, y se marchó. En el trayecto, se desvió hacía su taller metalúrgico, y escondió allí los instrumentos y el dinero de su hijo. Las cartas las llevó consigo a la casa. No pudo destruirlas, algo le impedía hacerlo, probablemente la culpa, así que optó por esconderlas.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>Ese fue el error que le costó la libertad, si bien ya había perdido el sueño, recordando cada noche el cuerpo de Marcos ensangrentado en el piso frío de la cocina.</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>Esa misma noche, entré a la oficina de Alejandro Barrios, pero ya no con la cabeza gacha y los nervios alterados, sino con la cabeza alta, tranquilo y con una gran sonrisa orgullosa en mi rostro.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br /><span style="font-family: Arial;"></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial;"> Agustin Ariztegui<br /></span></p>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-30635416137038851852010-09-26T19:53:00.000-07:002010-09-26T19:56:23.784-07:00El lugar de las cosas.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; line-height: 150%; "><span style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Aquel día fue la última vez que al entrar a su hogar suspiró aliviado. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; line-height: 150%; "><span style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Allí estaba como siempre, desfachatada y llena de vida. Se acercó y la rodeo con sus brazos. Le agradeció por lo bien que había estado a la noche. “Realmente anoche te luciste, hermosa” le dijo en voz baja como si entendiera sus palabras. Y le pidió perdón por el accidente que tuvo la mina con la que cenó. “Muy torpe resultó ser. Te juro que cuando volcó el vino sobre ti no dudé en pedirle que se vaya.” Le comentó enfadado mientras juntaba todo lo que había dejado la noche anterior sobre ella. Apretó las cosas que sujetaba con sus manos y brazos a su pecho, se fue levantando teniendo cuidado de que nada se cayera. Llevó la vajilla a la cocina, más precisamente la metió en la pileta para luego lavarla. Volvió al estar, se arrodilló y la acarició con ternura. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; line-height: 150%; "><span style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Desde que estaba viviendo solo era su mejor compañía. No importaba si él se ausentaba algunos días, la mesita ratona jamás saldría corriendo de su vida. Distinto a tantas mujeres y amigos que pasaron por su vida, tanta gente a la que quiso que lo dejó sin aviso. Eso lo hacia sentirse confiado, seguro. En todo momento la tendría si él la cuidaba como era debido. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; line-height: 150%; "><span style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Le pasaba un trapo húmedo a diario, incluso, de vez en cuando, la lustraba con un producto especial para madera aunque sentía que la dejaba media pegajosa. Además de los cuidados básicos que le brindaba compartía muchos ratos de diversión. No sólo recibían visitas, sino que estando solos él miraba televisión, jugaba al solitario, usaba la notebook, desayunaba y cenaba con ella. También estaban esos días en los que sólo ella podía estar con él. Días en lo que debía estudiar o adelantar trabajo en la casa. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent:35.4pt;line-height:150%"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; line-height: 22px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Cuando miraban los partidos los días sábados el llevaba en una bandeja una picada para uno y una cerveza helada, lo colocaba sobre la mesita del lado derecho, así le quedaba todo el lado izquierdo para apoyar las piernas. La imagen era la siguiente: él sentado muy cómodo en el sillón con sus piernas estiradas, una picada y una cerveza sobre la pobre mesa. </span></span></div><span style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Había notado que las patas no daban más, estaba deteriorada y vieja. Él era el nieto de una dulce mujer a la que fue entregada como regalo de bodas. Un joven que no comprendía que las piernas no deben colocarse sobre los muebles, que por algo existen los portavasos, y que más allá de la limpieza hay marcas y rayones que jamás se irán una vez hechos.</span></div> <span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="text-indent:35.4pt;line-height:150%"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; line-height: 22px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Para él la mesita ratona era lo único de valor en el departamento. Más que nada porque era lo más útil que existía, era multiuso. Él no tenía mesa de comedor, la tenía a ella. Era la pieza central del living, las luces estaban colocadas sobre ella, el sillón y sillas con apoyabrazos la rodeaban, incluso la televisión y el equipo de audio estaban colocados en su dirección. Todo estaba estratégicamente colocado a su alrededor. </span></span></div><span style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Lo curioso es que ciertos objetos resultaban tan centrales como la mesita. El control remoto de </span><st1:personname productid="la TV" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">la TV</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, el cenicero y un platón de cerámica con unas esferas de mimbre estaban siempre sobre ella. Por lo tanto compartía importancia y lugar con ellos y aún así no lo dejaba. Y aquí se vio la diferencia con los humanos. Por lo general quieren ser lo único en la vida del otro, cosa que es imposible. Demasiadas cosas forman una vida. Las personas pretenden ser el centro atención absoluta. Lo importante en la vida compartida es saber que el lugar que cada uno ocupa es irremplazable más allá de todo. </span></div> <span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; line-height: 150%; "><span style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ese día llegó una mesa con sillas para seis personas, él dividió el living del comedor. La mesita, a pesar de haber pasado a segundo plano, siguió formando parte de su vida...<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;text-indent: 35.4pt; line-height: 150%; "><span style="line-height: 150%; font-family: Arial; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Marina Tschiffely</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; line-height: 150%; "><span style="font-size: 11pt; line-height: 150%; font-family: Arial; "><br /></span></p>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-35513821892218690212010-09-26T16:54:00.000-07:002010-09-26T16:58:24.486-07:00Collage de poesías<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal"><b>Sucede que me canso de ser hombre,</b></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><i><span style="font-family: Arial; color: rgb(153, 51, 102);">todas mis ansias y afrentas.</span></i></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><i><span style="font-family: Arial; color: rgb(153, 51, 102);">son naturalmente</span></i></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; color: rgb(0, 153, 0);"><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%; font-family: Batang;">Un miedo cerval a mostrarme triste,</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; color: rgb(0, 153, 0);"><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%; font-family: Batang;">porque la tristeza, la vera tristeza, está degenerada,</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"> </p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><b>Sucede que me canso de ser hombre,</b></p> <h2 style="line-height: 150%;"><span style="color: rgb(51, 51, 153);">De río mar o de montaña</span></h2> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Garamond;">Cayendo de universo en el universo</span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><i><span style="font-family: Georgia; color: rgb(51, 51, 153);">En la última pupila</span></i></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><i><span style="font-family: Georgia; color: rgb(51, 51, 153);">La flor se comerá a la abeja</span></i></p> <span style="font-size: 14pt; font-family: Batang; color: rgb(0, 153, 0);">y se ensaya en el amor.<br /><br /><br /><span style="color: rgb(51, 51, 51);"><br /></span></span><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--><span style="font-size: 12pt; font-family: "Times New Roman";">Margarita Bouquet</span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-33792294594683743542010-09-26T16:48:00.000-07:002010-09-26T16:54:36.479-07:00Cartas de amor ridículas<span style="font-family: lucida grande; font-weight: bold; font-style: italic; color: rgb(102, 0, 204);">En la tristeza definitiva del corredor</span><br /><span style="font-family: lucida grande; font-weight: bold; font-style: italic; color: rgb(102, 0, 204);">De una casa de departamentos</span><br /><span style="font-family: webdings; font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">Tú me sufres, tú aposentas</span><br /><span style="font-weight: bold; font-style: italic; font-family: trebuchet ms; color: rgb(0, 102, 0);">Más no el mago que apaga y enciende</span><br /><span style="font-family: webdings; font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">En tu regazo amoroso.</span><br /><br /><span style="font-family: arial;"><span style="font-family: lucida grande; color: rgb(102, 0, 204); font-weight: bold; font-style: italic;">Sufro como una bestia y esta tarde y siempre</span></span><br /><span style="font-family: trebuchet ms; font-weight: bold; font-style: italic; color: rgb(0, 102, 0);">Muy lejos de las manos de la tierra</span><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(0, 0, 0);">Quién me diera el tiempo en que escribía</span><span style="font-weight: bold; color: rgb(0, 0, 0);"><br />No serían cartas de amor si no fuesen ridículas.</span><br /><br /><br /><br />Juliana Barnech y Camila VerdugoTaller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6964877719832341896.post-35556139851546008052010-09-26T16:21:00.000-07:002010-09-26T16:39:43.131-07:00Ridículos<span style="font-family: arial;"><span style="color: rgb(0, 51, 0);"><span style="font-family: arial;"></span></span><span style="font-style: italic;"><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(0, 102, 0);">El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos,</span></span></span><span style="color: rgb(0, 102, 0);"><span style="color: rgb(0, 0, 0);"><br />todo mi amor doloroso<span style="font-style: italic;"><span style="color: rgb(0, 0, 153);"><span style="font-family: times new roman;"><br />mi trizteza es una muchacha con delantal<br /><br />y vengo de mis raros paseos de extramuros<span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(204, 0, 0);"><span style="font-family: webdings;"><br /><span style="font-family: lucida grande;">mientras las nubes se hacen roca</span><br /></span></span></span></span></span></span>sin darme cuenta<br />son ridículos<br /><span style="font-family: verdana;"><span style="color: rgb(0, 204, 204);"><br />Los cuervos se harán planetas<br /></span></span>de esas cartas<br />ridículas<span style="color: rgb(204, 0, 0);"><span style="font-family: lucida grande;"><span style="color: rgb(204, 0, 0);"><span style="font-family: lucida grande;"><span style="font-family: lucida grande;"><br /><span style="font-family: lucida grande;"></span></span></span></span></span></span></span></span></span><span style="font-family: arial;"><span style="color: rgb(0, 102, 0);"><span style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style="font-style: italic;"><span style="color: rgb(0, 0, 153);"><span style="font-family: times new roman;"><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(204, 0, 0);"><span style="font-family: webdings;"><span style="font-family: lucida grande;">que caerán de sus gargantas</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br /><span style="font-family: arial;"><span style="color: rgb(0, 102, 0);"><span style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style="color: rgb(204, 0, 0);"><span style="font-family: lucida grande;"><span style="color: rgb(204, 0, 0);"><span style="font-family: lucida grande;"><span style="font-family: lucida grande;"></span></span></span></span></span><br /><br /><br />Agustín Ariztegui y Bruno Volpe<br /></span></span><span style="font-style: italic;"><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(0, 102, 0);"><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(0, 0, 0);"></span></span><span style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style="font-style: italic;"><span style="font-weight: bold;"></span></span></span></span></span><span style="color: rgb(0, 102, 0);"><span style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style="font-style: italic;"></span></span></span><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(0, 102, 0);"><span style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style="font-style: italic;"><span style="font-weight: bold;"></span></span></span><br /></span></span></span><span style="font-family: arial;"><span style="font-family: courier new;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-family: times new roman;"><span style="font-family: verdana;"><span style="font-family: webdings;"></span></span></span></span></span></span></span>Taller de Expresion Ihttp://www.blogger.com/profile/01859678212609875877noreply@blogger.com0